El equipo no volvió a pisar firme desde su arranque furioso y hoy la B nacional podría quedar con cuatro líderes. Ayer jugó mal y hubo silbidos en el Monumental. “Estamos en el medio de la tormenta”, analizó Almeyda. ¿Cuál es la verdadera cara del “Millonario”?
La irregularidad del campeonato de primera división invitó a creer en reiteradas oportunidades que este River podría pelear arriba de estar en el lugar donde (su historia marca que) debería estar. La hipótesis no era descabellada teniendo en cuenta la fragilidad de los equipos de la A (con excepción de Boca) y de la B (sin salvedades), y porque en definitiva, afirman algunos protagonistas que vivieron las dos experiencias, la diferencia cualitativa entre ambas categorías es relativa.
Sin embargo, este River choca de vez en cuando contra su propia voluntad, esa de –justamente-querer lograr el ascenso de atropellada, con su estirpe ganadora como bandera. Volver al Monumental no le significó un plus después de traspiés como el batacazo de Aldosivi en la cancha de San Lorenzo, allí donde el equipo de Almeyda hacía de local. Fue el retorno del mal juego, de los silbidos (en realidad, casi todos contra Adalberto Román) y la mala cara en las tribunas. De la derrota dolorosa, aunque sin destrozos.
“Estamos en el medio de la tormenta”, graficó el entrenador tras la derrota por 2 a 0 frente a Atlético Tucumán. En efecto, su River deberá adelantarse en lugar de esperar a que pase el temporal, porque hoy podría quedar en compañía de otros tres equipos en la punta si Boca Unidos le gana a Instituto (que si suma de a tres se escapa en soledad, claro). Los ascensos directos son dos y bien saben sus hinchas que en la Promoción no hay historia que valga de argumento.
Después del arranque furioso, con victorias consecutivas sobre Chacarita, Independiente Rivadavia y Desamparados, llegaron las primeras preocupaciones, con sucesivos empates frente a Quilmes, Defensa y Justicia y Deportivo Merlo. En realidad nunca más volvió a pisar con pie firme más allá de algún buen partido. Venció a Gimnasia de La Plata, pero inmediatamente empató con Ferro. Aplastó a Atlanta y derrotó a Huracán, pero no pudo imponerse en el choque de líderes ante Instituto y después sí, llegó la primera caída, ante El Tiburón, y después los cuatro goles de Cavenaghi a los jujeños, y por último la tarde de ayer…