La pobreza en América latina terminará 2011 en su nivel más bajo en 21 años. El dato lo dio a conocer ayer la presidenta de la Comisión Económica para América latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, al presentar el informe anual del organismo de Naciones Unidas sobre desarrollo social. La caída en los registros de pobreza profundiza una tendencia que arrancó hace casi una década, tras las graves crisis en varios de los principales países de la región de 2001 y 2002. La tasa prevista para este año es de 30,4 por ciento, contra el 31,4 de 2010. La principal razón de la mejora es el repunte del mercado laboral. Sin embargo, la contracara es que en el mismo período aumentó la indigencia, de 12,3 a 12,8 por ciento, y en este caso la explicación central es el impacto de la suba del precio internacional de los alimentos en países que necesitan de su importación para abastecer el mercado interno.
Para la Argentina, la combinación de esos factores resulta favorable, dado que el país registró una disminución de la tasa de desocupación, hasta 7,2 por ciento, también el nivel más bajo en dos décadas, y como productor y exportador de materias primas agropecuarias registra un alza en sus ingresos. La Cepal toma los datos del Indec para su análisis de la pobreza y la indigencia en el país, que arrojaron un 8,3 y 2,4 por ciento, respectivamente, en el primer semestre de 2011, contra el 12,0 y 3,1 por ciento de igual período del año pasado.