El municipio ya quitó 350 árboles por el riesgo que provocaban. Ayer, un niño murió en General Deheza por la caída de un álamo. En total, se estima que en la ciudad hay 40 mil árboles y aún sigue pendiente un censo exhaustivo que permita determinar el nivel de riesgo en diferentes barrios.
La secretaría de Servicios Públicos del municipio ya recibió 1.200 solicitudes de extracción de árboles denunciados como «enfermos ó secos».
El titular del área, Sergio Garnero, confirmó a TD Digital que «todos los casos se evalúan individualmente y se determina si tiene fundamento la presentación».
La muerte de un niño de 9 años en el patio de la escuela San Martín, en General Deheza, puso en debate el control de los municipios sobre la arboleda en espacios públicos.
«Tras recibir la denuncia, en algunos casos se confirma que el árbol está en buenas condiciones y no afecta la vivienda y, en otros, se observan roturas en la casa ó riesgo para el vecino», indicó el funcionario, quien precisó que este año fueron extraídos 350 arboles en diferentes zonas de la ciudad.
«Lo primero que queremos es preservar el árbol, un patrimonio de la ciudad. Cuando se extrae es porque se advierte afectada la seguridad del vecino y luego se habla de un proceso de reforestación», resaltó.
En este segundo proceso, el vandalismo y los exigentes cuidados en la etapa inicial de la plantación actúan como condicionantes.
En total, se estima que en la ciudad hay 40 mil árboles y aún sigue pendiente un censo exhaustivo que permita determinar el nivel de riesgo en diferentes barrios.
El secretario dijo que se hizo una prueba piloto con alumnos de la Universidad y «en términos generales el estado del arbolado es relativamente bueno»
«La gran nevada del 2007 secó muchos árboles. Hay inconvenientes que se fueron solucionando y otros, que demandan acciones más urgentes. Pero, los costos de extracción de un árbol pueden variar entre 6 mil y 9 mil pesos. Si esto se multiplica por 500 árboles, por ejemplo, insumiría la mitad del presupuesto de la secretaría», argumentó.
Garnero manifestó que actúan con maquinarias propias en la extracción de árboles medianos y chicos y solo se contrata a empresas privadas ara los arbustos de gran tamaño.
En la época en que el ingeniero Diego Bastús era director de lo que por entonces se denominaba Espacios Verdes, la Municipalidad contaba con dos viveros propios. Además, disponía de cuadrillas de empleados municipales que se encargaban de la poda y extracción de árboles. Si hoy, sacar un árbol cuesta entre 6 mil y $9000, significa que todo este trabajo se ha tercerizado hacia manos privadas.
Lógicamente, así es imposible una extracción masiva. No será hora de que el Estado deje de estar ausente y retome sus funciones como en aquellos años?
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