Bullying

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Ante los reiterados hechos, en nuestra provincia y en el resto del país de distintos tipos de violencia:

verbal, física y con armas, como las ocurridas en Jesús María y Adelia María de nuestra provincia, me parece pertinente dar algunos datos actuales registrados en una encuesta realizada por mí y el profesor Enriquez en la localidad de Villa Nueva,   Córdoba, ejecutada con 180 alumnos de 1º y 6º año de ambos sexos; la misma nos muestra algunos datos significativos, como por ejemplo: en el aula hay hostigamiento verbal y psicológico utilizando motes e insultos;  mientras que en los recreos se presencian fuertes discusiones entre grupos tanto varones como mujeres, por preferencias por ciertos chicos o chicas. En la salida pasa lo mismo, unido a la discriminación por la gordura, características físicas y el color de piel. Lo ocurrido en Jesús María es un acto típico de Bulling (hostigamiento entre pares), ya que estaba el hostigador, el hostigado y todo el grupo de espectadores que fomentaban y se reían mientras filmaban la escena. ¿Cuál fue la causa de esta agresión? El adolescente quería participar de un partido de fútbol y fue discriminado por ser gordo con agresiones físicas hasta llegar al desmayo. El caso de Adelia María nos muestra como la sociedad impone modelos culturales de perfección física y de belleza, ya que la misma fue tajeada por ser linda y delgada. Se me ocurre preguntarme ¿Qué pasa con la aceptación de la diversidad, con la tolerancia ante los diferentes? Pareciera que por estos hechos no existieran. Según los alumnos, la actitud de los docentes es de poco involucramiento, y cuando se les pregunta a quién recurren ante estos hechos, solo el 50 % lo expresa ante la autoridad. Un dato significativo que nos lleva a replantear escuela y familia, es que solo un 12 % lo comenta con su familia, como ven una cifra extremadamente baja, lo que indica la poca significación de los hechos (¿naturalizados?) y la poca comunicación entre padres e hijos. Un tema que se ha planteado después de la masacre en Carmen de Patagones (año 2004), es la falta de capacitación y estrategias de los docentes para resolver estas situaciones límites. ¿Por qué digo esto? Al no haber capacitación pueden agravarse los acontecimientos, cuando el docente carece de herramientas técnicas para abordarlas, como por ejemplo retirarle el arma al agresor. Al no saberlo pone en situación de riesgo tanto al docente como al resto de los alumnos. Todo esto ocurre hasta el arribo de personal policial.
En nuestra provincia la policía de Córdoba, instaló 91 cámaras (de video vigilancia) alrededor de los espacios educativos; esto no es suficiente ya que se necesitan los recursos humanos idóneos que complemente la tecnología, pues ella sola no resuelve el nudo del conflicto.
Para concluir debemos lograr que se practique la inclusión social, de la que tanto se habla, aceptar al diferente y comenzar a hacer gestiones de riesgo, ante la inmediatez y  el peligro a que se expone toda una sociedad. Nos llevará tiempo, pero espero que en algún momento nos encontremos viviendo en una sociedad donde prevalezca la tolerancia.

LIC ELENA FARAH

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