Hasta ahora nadie daba crédito a la historia que contaba su novia, Heike Dorsch, que fue atada a un árbol y violada cuando intentó llegar hasta el fondo de lo ocurrido en la remota isla tropical de Nuku Hiva, en la Polinesia. Pero el hallazgo de unos restos calcinados confirma su versión y apunta a que se trata de un ritual caníbal.
Varios huesos y dientes, junto a un amasijo de pelo y ropas han sido enviados a un laboratorio de París para establecer con análisis genéticos su pertenencia a Stefan Ramin, un consejero ejecutivo de Hamburgo (Alemania) de 40 años y desaparecido hace semanas mientras seguía las huellas de ‘Taipi, un edén caníbal’.
El autor de esta novela, Herman Melville, que también escribió ‘Moby Dick’, describe un paraíso virgen en el que todo aquel que consigue poner un pie, procedente de la civilización, termina en la cazuela de los aborígenes. Y ése parece haber sido el destino de este turista alemán.
La pareja emprendió este viaje en 2008, después de largos preparativos, y siguió su ruta hasta el pasado 16 de septiembre, cuando llegaron en catamarán a la Polinesia francesa, donde pensaban pasar varios meses.
Fuente: El Mundo de España