Hasta el 8 de noviembre pidió lo licencia. Lo confirmó a TD Digital el mayor Galbucera. El jefe policial señaló que «Ribecky era un trabajador civil contratado» y aseguró que «nunca» habló con el acusado sobre «lo sucedido».
El médico policial Juan Ribecky, condenado a un año y medio de prisión en suspenso tras reconocer que entregó un certificado trucho a una detenida a cambio de 400 pesos, pidió licencia en la fuerza y desde el 8 de noviembre se caería definitivamente su relación laboral.
Así lo precisó a TD Digital, el comisario mayor Carlos Galbucera, quien recordó que la Justicia inhabilitó de por vida a Ribecky para que pueda cumplir una función pública.
«El médico está de licencia anual y después de que el fallo quede firme con la lectura de los fundamentos, será apartado definitivamente. La Policía tiene actualmente 9 médicos y no habrá inconvenientes por su ausencia», sostuvo.
Galbucera señaló que «Ribecky era un trabajador civil contratado» y aseguró que «nunca» habló con el acusado sobre «lo sucedido».
«Yo no era jefe de Policía cuando ocurrieron los hechos. Uno trata de que estas cosas no ocurran, pero si se descubren deben ser puestas inmediatamente a disposción de la Justicia, como sucedió con este caso. Desde hace años, la institución ha ido depurando la fuerza», afirmó.
Abreviado
Ribecky debía enfrentar un proceso con jurados populares pero tras un acuerdo con la fiscalía, optó por admitir que recibió la coima y enfrentar una pena en suspenso.
“Confesó integralmente su culpa, así como lo establece el Código de Penal, y se acordó con el fiscal la pena”, explicó a TD Digital el doctor Daniel Fernández, abogado de Ribecky.
Para Fernández, “había muchos elementos para confrontar la acusación pero no quería enfrentar un proceso”.
En un capítulo más de los escándalos ocurridos en el interior del espacio donde funciona la Jefatura de la Departamental, Ribecky fue denunciado por entregar una certificación por falsa dolencia para que una mujer recupere su libertad.
La presunta cómplice, identificada como Margarita Oviedo y detenida por una contravención, habría pagado 400 pesos al médico a cambio del certificado. Ella, y su madre, recibieron el beneficio de la probation y evitaron enfrentar el juicio.
Aunque el hecho ocurrió en 2008, Ribecky siguió desempeñándose hasta la actualidad en la fuerza policial.
En su declaratoria ante el fiscal Julio Rivero, el imputado admitió que entregó la notificación pero negó que la dolencia haya sido inventada para favorecer a la detenida.
Oviedo, quien resultó imputada en la causa, estuvo apresada entre el 28 de octubre y el 5 de noviembre del 2008.
Al declarar ante el fiscal admitió que una compañera de celda le dijo que el “médico del apellido difícil” le ayudaría a conseguir el certificado para recuperar la libertad y por eso recurrió a Ribecky.
La madre de Oviedo habría abonado los 400 pesos que le exigió el especialista cuestionado y también quedó imputada por cómplice. Ambas, fuer0n finalmente beneficiadas por la Probation.
La investigación
Según surge de la investigación del fiscal Rivero, el 28 de octubre de 2008, Margarita Beatriz Oviedo, junto a su pareja Juan Eduardo López, fueron aprehendidos en la vía publica atribuyéndoseles la presunta infracción a los arts. 51, 52 y 79 del Código de Faltas de la provincia.
Tras ser trasladados a la Alcaída, Oviedo pudo hablar con otra detenida –sería Luisa Daniela Domínguez-, quien le sugiere entrevistarse con “el médico” para que le realice un certificado a cambio de dinero.
Vas a “zafar si o si”, le expresó Domínguez. La detenida adujo un falso problema renal y logró ser recibida por el doctor Rybecky. “Yo te voy a dar un certificado, como que tenes fiebre y dolores. Hacete la descompuesta, llamá la atención, como que no das mas, que orinas sangre y decí que yo te puse una inyección”, le habría expresado el médico policial antes de recibir 400 pesos “por sus servicios”.
“Yo tengo que hablar con la Chino (por la subcomisaria María del Pilar Chino, a cargo de la subcomisaría Centro de la Unidad Departamental) y está todo listo, esta tarde o a mas tardar mañana, te vas”, le habría indicado Ribecky.
Oviedo necesitaba reunir la plata y la mañana del 31 de octubre, a las 9,15, Rybecky le presta un celular para que la mujer hable con su madre y consiga la plata.
Según señala el fiscal, horas después se produce el intercambio de bienes: el médico recibe el dinero y a cambio entrega el certificado médico.
El documento manifestó: “La paciente presenta un síndrome febril con hematuria franca y PPP cuadro compatible con píelo nefritis aguda, por lo que se aconseja la no permanencia en Alcaidía”
Por Pablo Callejón (callejonpablo@yahoo.com.ar)
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