¿Cuantas veces se juntaron con amigos o familia para salir y compartir una cena? Y la mejor pregunta es ¿Cuantas veces colmaron sus expectativas los lugares elegidos? Los invito a que de ves en cuando reflexionemos sobre las experiencias de una salida que termine, ojala, en éxito total y no en un fracaso gourmet.
Lunes a la noche ¿Donde cenamos? Reunidos entre amigos pusimos GPS a un restaurant a las afueras de la ciudad pues la idea era una cena tranquila donde poder charlar entre los cuatro y en intimidad; así llegamos el restaurant de la rural, un lunes a la noche pocos comensales y detalles a destacar como el estacionamiento amplio y la seguridad ya que el guardia te saluda en el ingreso y te guía donde ubicar tu coche. De allí al salón, cálido en decoraciones simples y buena iluminación, en la mesa despojada y simple algunos detalles de protocolo ausentes como ser: faltaron algunos cubiertos y se vieron manchas en el camino disimulado al revés, (me pregunto si estos detalles los miran todos los comensales o solo yo? Por que suman en el momento del relax de la cena o pasarlo bien y si no se fijan alguien debería no?), el mozo cordial nos informa que ese día solo se podrán degustar cortes de la parrilla y sus guarniciones, pues bien este fue el punto mas destacable EXCELENTE los diferentes cortes de carne que pedimos en terneza y puntos elegidos y ya con esa calidad todo esta perdonado.
Elegimos para tomar un varietal que estuvo desfasado en su temperatura ideal para el servicio pero maridó perfecto con la cena, la charla y la compañía.
Los baños limpios, la música de fondo tranquila y dos lindos detalles que nos alagaron: una botella de champagne para el brindis de regalo y como éramos los últimos en salir se nos permitió un cigarro. Para recomendar estos aspectos: calidad en la materia prima, seguridad y estacionamiento y un precio acorde al servicio, muchas gracias y volvemos eh!!!.
Espero que compartan la experiencia y veré que comentarios me llegan, abrazo.
Roberto Vairoletti.