Un testigo reveló a Telediario el contexto de riesgo en el que se encontraba la criatura.
El homicidio del bebé de un año y medio que vivía con su madre y el padrastro en una vivienda de calle Pasteur al 980, generó conmoción en el sector.
La casa está ubicada en la denominada Zona Roja, donde la madre del pequeño ejercía la prostitución. Hacía pocos meses que la mujer había decidido trasladarse al lugar, donde vivía con su pareja y su suegra.
Los vecinos admiten que «se veía poco» y «no hablaba con nadie» y pese a un marcado hermestismo, horas después del homicidio señalaron que el niño estaba «desprotegido».
Martín, un joven que reside a pocos metros de la vivienda donde se produjeron las agresiones, se convirtió en testigo de la intervención policial tras el brutal ataque al bebé.
«Cuando entraron a la casa secuestraron la cuna llena de sangre. Supuestamente la criatura había estado ahí. Se llevaron ropa, mamaderas, todo lo que era del nene», precisó en diálogo con Telediario.
Martín añadió que «se veía siempre en la calle y después de que esta chica se juntó con él (padrastro), no se lo vio más»
«Esta vez no escuchamos nada. Pero ellos dejaban mucho tiempo a los chicos en la calle. A veces estaban mojados, solos. Estaban en una situación de riesgo y los mismos vecinos sacaban a los nenes de la calle para que no los pisaran», expresó.
El joven opinó que «no hay explicación para lo que pasó, es terrible».