Sin embargo, aún no están concluidas las mejoras. El lugar fue inaugurado pero no puede ser habilitado.
No se equivocó el gobernador Juan Schiaretti cuando reconoció en la reinauguración de la Alcaidía de la Unidad Departamental que el lugar «no trataba a los detenidos con la dignidad que merecen». A las denuncias por abusos y condiciones edilicias deplorables que realizaron presos y organizaciones de derechos humanos se sumaron las voces de alerta de Defensa Civil.
Rogelio Ferrario, subjefe del organismo de control, reconoció en diálogo con TD Digital que advirtieron a la condución de la Policía sobre «la necesidad de producir las mejoras de vicios constructivos que eran muy peligrosos».
Ferrario aseguró que las falencias fueron corregidas durante los trabajos de mejoramiento del sector.
«Había muchas grietas en las paredes, mampostería suelta, las puertas no estaban en condiciones y había fallas en el sistema eléctrico», describió.
El especialista añadió que aún resta concluir la incorporación de cañerías secas para que desde la calle se alimente la red y se pueda actuar «en forma fácil, rápida y segura en caso de incendios».
«Con este tipo de cañerías no sería necesario la apertura de las puertas en las celdas. Los elementos ya está siendo instalados y con este último requisito, las condiciones de seguridad estarán cumplidas», subrayó.
El pasado 10 de agosto, en un acto con la presencia del Gobernador Schiaretti, el intendente Juan Jure, magistrados, fiscales y jefes policiales, las mejoras en la Alcaidía fueron presentadas formalmente. Había pasado un año y medio desde el escándalo por abusos, drogas y alcohol en el que fueron imputados 4 policías. Dos de ellos, irán a juicio antes de fin de año.