Utilizan cables de telefonía con alto riesgo por descargas. Los operativos se efectuaron en barrios Obrero, San José de Calasanz, San Antonio De Padua, Jardín Norte, Hipódromo, Las Delicias y Las Ferias.
Roberto Castellino, subjefe de la Delegación de EPEC, reconoció que, en promedio, advierten por mes más de 1.400 conexiones ilegales en Río Cuarto.
La empresa provincial conformó tres cuadrillas para recorrer los sectores más conflictivos, aunque admitió que «los vecinos se vuelven a conectar tras el paso de los inspectores».
En junio, desconectaron 1.400 conexiones clandestinas. Un mes después, la cifra se redujo a 1.200. Sin embargo, en agosto advirtieron 1.460 nexos ilegales al cableado eléctrico.
Los operativos se efectuaron en barrios Obrero, San José de Calasanz, San Antonio De Padua, Jardín Norte, Hipódromo, Las Delicias y Las Ferias.
«Hay sectores donde actuamos sistemáticamente y tratamos de hacer concientización sobre las consecuencias. Se los invita a sumarse a las tarifas solidarias, pero existe indiferencia de los afectados», subrayó.
Los implicados son familias carenciadas y el contexto impide las acciones penales para permitir el acceso de la Justicia.
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Aunque desde EPEC afirman que avanzaron con la red de preensamblado en altura, las conexiones se reproducen.
«Los vecinos utilizan cable de telefonía con un mínimo de tensión y lo utilizan para 220. Esto provoca un riesgo de aislación. Es decir, lo tocás y podés sufrir una descarga eléctrica severa», explicó Castellino.
El funcionario aclaró que «en las viviendas de madera los dificultades son aún mayores y en Río Cuarto ya sufrimos el incendio de una casa construida por Un techo para mi país».
«Defensa Civil no puede actuar porque estamos ante un robo que se hace de espaldas a todos los controles», indicó.
Añadió que «aparecen variantes exitosas» a las conexiones ilegales, aunque «exigen el compromiso de la comunidad barrial».
«En Oncativo todas las familias robaban luz de la red pública y se hizo un trabajo con Promoción Social para colocar los pilares, instalar medidores y efectuar una instalación correcta. En Cola de Pato, sobre la bajada sobre la ribera del río, se hizo el mismo trabajo», subrayó.