Lo dijo Gastón Zárate tras el arribo del informe del FBI que solo aportó dudas a la causa. «Esto no va a ser descubrir nunca. Están buscando un nuevo perejil, un trabajador», sentenció. Zárate dijo que continuará con su campaña y valorizó «el apoyo de la gente que dará el voto bronca contra los políticos que no hacen»
Redacción Telediario Digital – Cuando asesinaron a Nora Dalmasso, en el chalé de la calle 5 en la Villa Golf trabajaban dos albañiles, tres pintores, dos electricistas, dos colocadores de piso, un jardinero y la mucama.
Los Macarrón estaban realizando una reforma integral de la vivienda el fin de semana en que el cuerpo de la mujer de 51 años fue hallado desnudo y asesinado sobre la cama de su hija, sobre la planta alta.
Ninguno de ellos se imaginó como protagonistas de una investigación que a cinco años parece condenada al desvarío y la impunidad.
Uno de los trabajadores alcanzó la fama de perejil cuando en un manotón de ahogado de los investigadores fue detenido, imputado y condenado a la exposición pública. La presión social y el sentido común de un juez le permitió recuperar la libertad y cuatro años después alcanzar el sobresimiento.
Sin embargo, la búsqueda de un psicópata sexual con la inteligencia de burlar a toda la estructura judicial de Córdoba aunque sobreviva del magro salario que deja la mano de obra, es una obsesión de querellantes y agentes del FBI que la fiscalía no decide clausurar. El expediente está lleno de pasos en falsos y pruebas que prueban poco. Lo que no hay no alcanza y las hipótesis pueden ser todas, ó no ser ningunas.
La suposición de los agentes norteamericanos que nunca accedieron al análisis genético que apunta al hallazgo de restos de ADN de Marcelo Macarrón en la escena del crimen, vuelve a poner en la mira a los trabajadores.
Gastón Zárate, ahora candidato a legislador departamental, manifestó a TD Digital que «esta mal que sigan buscando a los trabajadores para hallar un chivo expiatorio»
«Por el dinero y el poder que tienen no se animan a ir contra los Macarrón. Lo que los trabajadores tenían que decir lo dijeron en su momento, no tienen nada», señaló.
El pintor afirmó que nunca más tuvo contacto con sus compañeros de trabajo tras el homicidio de Nora, aunque aseguró que «siguen viviendo en la ciudad».
«Esto no va a ser descubrir nunca. Están buscando un nuevo perejil, un trabajador», sentenció.
Zárate dijo que continuará con su campaña y valorizó «el apoyo de la gente que dará el voto bronca contra los políticos que no hacen»
«Saben que yo no estoy infectado por la corrupción. Ahora me pusieron en la esquina de mi casa “Perejil no, asesino si”. No entienden nada. Desde el lunes, si gano me meto en la política definitivamente y si pierdo sigo mi vida normal.», aseveró.
Por Pablo Callejón (callejonpablo@yahoo.com.ar)
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