El marroquí Hamid El Kanouni, de 27 años, se incendió a lo bonzo este domingo en la localidad de Berkane (norte de Marruecos) después de que la policía se incautara de su carrito de venta ambulante.
Ingresó en el Hospital Ibn Roshd de Casablanca ese mismo día con quemaduras de tercer grado y falleció este lunes a las 21.00 hora local (dos horas más en España), según han confirmado el martes a este periódico fuentes locales de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (Amdh).
El Kanouni se dedicaba a la venta ambulante en Berkane desde hacía tiempo. Un panadero, según la Amdh, denunció su actividad porque el fallecido vendía el mismo producto en las inmediaciones de su negocio y la policía se incautó de todo su material, «dejándole sin ningún medio de subsistencia».
Durante los primeros meses del año se sucedieron varios casos y dos de ellos terminaron con su vida. En esta ocasión, se repiten los mismos esquemas que la inmolación de Mohamed Bouazizi. Este vendedor ambulante tunecino también ardió por propia voluntad el diciembre pasado en la localidad de Sidi Bouzid después de que la policía le arrebatase sus mercancías.
La muerte de Bouazizi se convirtió en el detonante de la revolución popular tunecina que derrocó al dictador Zine el Abidine Ben Ali.
Fuente: El Mundo de España