Así lo confirmó el Centro Nacional de Huracanes. El meteoro seguía siendo peligroso mientras atravesaba una ciudad de Nueva York. Hay más de cuatro millones de hogares sin energía eléctrica. Las pérdidas materiales son incalculables.
El huracán Irene golpeaba los rascacielos de Nueva York este domingo con fuertes vientos, tras provocar la muerte de al menos nueve personas en la costa este de Estados Unidos.
El primer huracán en alcanzar Nueva York en una generación llegó la noche del sábado al domingo, acompañado de relámpagos, reportes de tornados e intensa lluvia.
El lugar estaba convertido en una ciudad fantasma y 370.000 personas habían sido aconsejadas de evacuar, en tanto el transporte público estaba cerrado.
Según funcionarios, los rascacielos de Manhattan no están en riesgo de sufrir daños serios, pero los cortes de electricidad podrían dejarlos sin luz, ascensores y agua corriente.
Al menos nueve personas murieron el sábado por causas relacionadas a Irene, debido a accidentes de auto, ataque cardíaco o caídas de árboles en Carolina del Norte, Virginia y Florida, incluyendo un niño de 11 años fallecido cuando un árbol cayó sobre el apartamento en el que vivía.
«El borde del huracán se encuentra finalmente sobre nosotros», dijo el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, en una conferencia de prensa a las 22H30 locales del sábado (02H30 GMT).
«Ya no salgan a las calles, quédense en sus casa o en los refugios», agregó el alcalde en español.
El alcalde ya había ordenado la evacuación inédita de 370.000 personas, el cierre de los aeropuertos (a partir de las 02H00 GMT del domingo), el metro y demás transportes públicos. «No es una broma, su vida podría estar en peligro (…). No esperen. Después será demasiado tarde. Es necesario partir de inmediato. Es una cuestión de vida o muerte».
El huracán Irene tocó tierra este domingo en Estados Unidos por segunda vez, ahora en Nueva Jersey, como un ciclón de categoría uno, según el último reporte del Centro Nacional de Huracanes (NHC).
A las 10H00 GMT, Irene registraba vientos sostenidos de 120 km/h, suficiente como para ser calificado como un huracán de categoría uno en la escala Saffir-Simpson, de cinco niveles, señaló el NHC, con sede en Miami.
El huracán tocó tierra por primera vez la mañana del sábado cerca de Cape Lookout, en Carolina del Norte, luego reingresó al océano para desplazarse frente a las costas de Virginia y Maryland, antes de volver a entrar en tierra este domingo cerca de Atlantic City, Nueva Jersey.
Casi 900.000 personas se encontraban sin electricidad en zonas costeras, de acuerdo con las compañías del sector, y unas 12.000 líneas de teléfonos se quedaron sin servicio por el huracán en Carolina del Norte y Virginia, según la Comisión Federal de Comunicaciones.
Residentes en zonas alejadas del mar también sentían el impacto del ciclón que atraviesa el Atlántico estadounidense, una de las zonas más pobladas del mundo con unos 65 millones de habitantes.
Al aproximarse Irene a Nueva York, el presidente Barack Obama se mantenía al frente de las operaciones de emergencia en Washington, reunido con responsables del Centro Nacional de Coordinación de Emergencias (NRCC) instalado en el cuartel general de la FEMA (Agencia Federal de Rescate de Emergencia).
«Esto va a ser algo duro de pasar», afirmó Obama durante una videoconferencia con altos funcionarios federales, incluido el vicepresidente Joe Biden y la secretaria de Seguridad Janet Napolitano, y con agencias del gobierno situadas en el rumbo previsto del ciclón, en la costa este.
«Van a ser unas largas 72 horas. Obviamente, muchas familias van a verse afectadas (…). La mayor preocupación que tengo ahora tiene que ver con las inundaciones y el suministro eléctrico», añadió.
«Más de un millón de personas» fueron evacuadas de las costas de Nueva Jersey, al noreste de Estados Unidos, informó el gobernador Chris Christie.
Fuente Cadena 3.