Un juzgado de la ciudad de Rosario anuló un matrimonio por la «impotencia sexual» del esposo, un hombre de unos 40 años, informaron hoy fuentes judiciales.
Ante la decisión, el damnificado pidió demostrar su virilidad ante los estrados judiciales, lo que le fue denegado.
La decisión fue adoptada por el juzgado de Familia 5 de los tribunales de Rosario.
La mujer, cuyos datos se mantuvieron en reserva, argumentó que su esposo era impotente y acompañó su presentación con estudios ginecológicos donde se demostraba que no era ella la que tenía disfunciones sexuales.
Por ello, pidió la anulación del matrimonio porque hacía años que no podía tener relaciones sexuales.
Por su lado, el hombre expresó que lo manifestado por su esposa era mentira y pidió a los magistrados que le dieran la posibilidad de demostrar que era capaz de mantener relaciones sexuales con una mujer.
Incluso, se ofreció a tener relaciones con una mujer frente a los jueces, que rechazaron el pedido.