Fin del viaje. La tripulación de Uruguay y de Paraguay ya tiraron el ancla porque claro, para reconquistar América, hay que tener los pies bien sobre la tierra. Esta tarde el Monumental será anfitrión de la historia. A las 16 cobijará la final de la 43ª edición de la Copa. Uruguay y Paraguay prometen sacarse chispas…
Uruguay parece más firme, con la Muralla Muslera y el goleador Luis Suárez, como figuras destacadas de la marquesina. Su funcionamiento, desde ya, es una continuidad de aquel histórico cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica. Paraguay, humilde y sacrificado, llega de la mano de Justo Villar, ese héroe que aún diezmado físicamente dirá presente hoy, y del contagio Nelson Haedo Valdez. No ganó ni un partido (empató los cinco). Así y todo, le alcanzó.
Uruguay, que buscará ganar su 15ª Copa América y erigirse así como la Selección más ganadora del continente, va por un cielo celeste. Para tranquilidad de Oscar Tabárez, volverá Diego El Ruso Pérez (purgó la suspensión) por Walter Gargano en la mitad de la cancha. Edinson Cavani, quien mejoró de un esguince de rodilla, estará en el banco. El resto, será la base que ganó dos partidos y empató tres.
Paraguay, campeón en 1953 y 1979, quiere actualizar su historia y ganarle a la celeste, aunque le cueste. La Selección del Tata Martino, que por segunda vez fue expulsado y dirigirá desde la platea, llega cansada tras haber jugado tiempo extra ante Brasil y Venezuela. Encima, de nuevo faltará Santa Cruz, con un desgarro en el muslo derecho. Tampoco estará Aureliano Torres (contracturado) ni Santana, expulsado. La duda: Vera o Estigarribia.
Alguna vez Eduardo Galeano escribió que “el fútbol es la única religión de verdad en un país ateo como el Uruguay”. Tanta es la fe que hoy se esperan 20 mil charrúas. Es más, ya organizaron una caravana para acompañar el regreso del plantel, desde el aeropuerto de Carrasco hasta el Centenario. Fernando Lugo, presidente de Paraguay, en cambio, bajó otro mensaje: “Queridos leones albirrojos, ya son nuestros campeones”.
Fuente Clarín.