Un diario catamarqueño sostiene que no habría ascendido. En Tucumán lo siguen buscando. «Ojalá tengamos suerte porque Sorondo llevaba calentador, combustible y alimentos como para sobrevivir durante dos semanas», sostuvo Parajón, integrante del Club Andino.
Redacción Telediario Digital – El diario «El Esquiú» de Catamarca informa que «diferentes relatos que se dieron a conocer pusieron en duda que el andinista riocuartense Alejandro Sorondo, supuestamente extraviado en el cerro de Las dos lagunas, realmente haya ascendido al mismo».
En su edición digital sostiene que, «de acuerdo con la versión extraoficial, Sorondo no se encuentra en el cerro». Sin embargo, no da a conocer fuentes que confirmen la especulación.
Por su parte, La Gaceta de Tucumán señala que Carlos Parajón, miembro del Club Andino informó esta mañana -desde el campamento que se montó en la comuna de Alpachiri- que debido a las buenas condiciones del clima, el helicóptero de la Provincia subirá hasta los 3.700 metros de altura, para llevar a cuatro andinistas que continuarán con la búsqueda. Además, bajará a dos que permanecen desde hace varios días en la zona.
Según el experimentado montañista, la tarea de rastrillaje de hoy se centrará en cuatro kilómetros cuadrados que aún no fueron recorridos. «Es una zona escarpada, con filos, canales de hielo y rocas de hasta cuatro metros. Ojalá tengamos suerte porque Sorondo llevaba calentador, combustible y alimentos como para sobrevivir durante dos semanas. No perdemos las esperanzas», sostuvo.
Desde El Ancasti de Catamarca recuerdan que el sábado dos de julio, un fuerte viento se llevó la carpa donde dormían los andinistas, en la cumbre del cerro. Zelaya contó que logró sostenerse con una piqueta, pero luego se desvaneció, al golpearse la cabeza. Cuando despertó, Sorondo no estaba. Seis días más tarde, el guía de montaña fue rescatado por un motociclista que circulaba por la ruta 65, que lleva a la localidad de Las Estancias. Desde entonces, rescatistas de Tucumán, Córdoba, Catamarca, y Mendoza caminaron por el cerro en condiciones extremas. Los primeros que colaboraron fueron los miembros del Club Andino Tucumán.