Un matrimonio de jubilados que vivía en una chacra cercana al Río Paraná, en la zona rural de la localidad misionera de San Ignacio, fue asesinado a machetazos y golpes en lo que se supone fue un robo. Por el hecho la Policía busca a un joven que ya cumplió una condena por homicidio y frecuentaba la zona , pero desapareció de un día para otro.
El doble homicidio salió a luz luego que un aborigen mbyá descubriera el martes cerca del mediodía el cadáver del hombre en un sendero que desemboca en el camino que conduce al pueblo. La Policía identificó a la víctima como Luis Lesinzki, de 70 años, dueño de la chacra. El cadáver e staba decapitado y le faltaba el brazo derecho , aunque no pudo establecerse aún si fue por los cortes o por acción de las animales salvajes.
Los investigadores se dirigieron luego hacia la vivienda del hombre, ubicada a unos 700 metros.
En una de las habitaciones descubrieron el cadáver de su esposa , Ondalina Sibre (72), con dos enormes heridas cortantes en la cabeza. Sobre una de las camas habían sido vaciadas sus carteras, lo cual refuerza la hipótesis del robo.
Las víctimas habían vendido hacía poco tiempo un lote de pinos y habían recibido unos 20.000 pesos. Ese dinero no fue hallado en la vivienda y se supone que fue lo único que se llevó el homicida .
La vivienda estaba cerrada con llave y todas las ventanas estaban trancadas por dentro. El o los asesinos salieron por la puerta trasera y se llevaron esa llave.
El médico policial señaló que la muerte de la pareja se produjo el miércoles o jueves de la semana pasada y pidió una autopsia para obtener mayores precisiones. Los forenses determinaron que la anciana presentaba fracturas de costillas y mandíbula , además de dos golpes en el cráneo que fueron asestados con un martillo y dos machetazos en la parte frontal de la cabeza.