Javier Vargas trabajó en The Washington Post cubriendo la información de la Casa Blanca y ganó el premio Pulitzer por artículos de la matanza en 2007 en la Universidad Virginia Tech. Ahora, él se convirtió en una historia imperdible. Después de dos décadas en Estados Unidos admitió que es un inmigrante indocumentado.
“Estoy cansado de huir’’, escribió Vargas en un ensayo para la revista de The New York Time s. “Ya no quiero esa vida”, agregó.
En ese artículo, el prestigioso periodista explica que la decisión de revelar su verdadera situación está vinculada a la reforma migratoria que se discute ahora en Estados Unidos. Se trata del proyecto de ley conocido como “Dream Act”, que abriría a jóvenes indocumentados una puerta a la ciudadanía, si cursan estudios universitarios o entran al Ejército.
El viaje de Vargas a Estados Unidos fue hace casi dos décadas, cuando tenía 12 años y vivía en Filipinas. Su madre lo llevó al aeropuerto y lo envió a California para que estuviera con sus abuelos. No supo de su situación migratoria hasta cuatro años después, al solicitar un permiso de conducir y entregar su tarjeta verde. “Esta es falsa’’, le dijo el empleado del Departamento de Vehículos Motorizados, de acuerdo al relato de Vargas. “No vuelvas a pararte por acá”, le advirtió.
Al volver a casa, Vargas enfrentó a su abuelo, quien reconoció que compró la tarjeta verde y otros documentos falsos. “Recuerdo que la primera reacción instintiva fue: ‘Bueno, se acabó, quítate el acento que tienes’.
Fuente: Clarín