Aquel 22 de junio de 1986, en el estadio Azteca y en una estupenda jugada individual, el `barrilete cósmico`, como lo bautizó con repentino ingenio el relator uruguayo Víctor Hugo Morales, arrancó desde su campo y, tras eludir a seis jugadores ingleses, mandó la pelota a la red.
La estadística denominaría a esa conquista como «el gol del siglo», mientras que los jugadores ingleses Glenn Hoddle, Peter Reid, Kenny Sansom, Terry Butcher, Terry Fenwick y el arquero Peter Shilton, todos los que Diego superó con su corta gambeta, jamás lo olvidarán.
El seleccionado argentino había pasado la primera ronda del Mundial, luego de superar a Corea del Sur por 3 a 1, a Bulgaria por 2 a 0 y empatar en un gol con Italia.
En octavos de final, el equipo dirigido por Carlos Salvador Bilardo eliminó a Uruguay (1-0 con un gol de Pedro Pablo Pasculli), en Puebla.
Ese triunfo le permitió jugar en el estadio Azteca los cuartos de final frente a Inglaterra, que terminó la primera fase segundo en el grupo F luego de perder contra Portugal, empatar con Marruecos y vencer a Polonia. En tanto, en octavos de final, goleó a Paraguay por 3-0.
El encuentro entre argentinos e ingleses tenía connotaciones especiales porque todavía estaba muy fresco el recuerdo de la Guerra de las Malvinas y los comentarios previos del periodismo hablaban de la «tradicional rivalidad».
Además, mencionaban el Mundial de veinte años atrás cuando los ingleses superaron a Argentina por 1 a 0 en la recordada expulsión de Antonio Rattín, quien luego se sentó en la roja alfombra que conducía al palco de la reina.
El primer tiempo fue de dominio alternado y finalizó sin goles, pero en el segundo tiempo, tras un centro desde la derecha, Diego saltó en el área con Shilton, que era mucho más alto, y le ganó tocando la pelota con la mano y mandándola a la red, jugada que el árbitro tunecino Alí Ben Nasser convalidó.
Esa conquista fue bautizada luego por el mismo Maradona como `la mano de Dios`, en referencia a la ayuda que recibió desde el cielo con su convalidación ante la ira de los ingleses, quienes nunca se lo perdonarían pese a que en el Mundial de 1966 ellos obtuvieron en la final ante Alemania un gol que no fue.
Cuatro minutos más tarde, el crack argentino derrumbó todas las críticas detractoras, cuando tras arrancar desde su campo luego de recibir un un pase de Héctor Enrique, eludió a los defensores ingleses en una corrida impresionante y convirtió su histórico gol.
El mismo `Diez` luego narraría: «La jugada se dio como para darle el pase a Valdano (Jorge) que venía corriendo a mi izquierda.
Pero cuando llegué a la zona en la que me rodeaban y no tenía espacio, seguí corriendo y llevando la pelota corta en el pie fui superando rivales. Finalmente, me tuve que tirar para empujarla y superar a Shilton», recordó.
Así, con simpleza, el astro describió la jugada que pasó a formar parte de la historia grande del fútbol mundial, consignó dpa.