“Que me amenazás, boludo… Vos estás por nosotros acá. Ya vás a ver…” La frase le pertenece a Liso Márquez, un puntero político capaz de crear el puesto ambulante que se apropió durante años de la esquina de Vélez Sarsfield e Irigoyen. La víctima de la advertencia fue el secretario de Gobierno Carlos Ordóñez, quien intentaba acceder a su despacho en medio de gritos nerviosos tras una frustrada reunión de negociación. “El Liso” no es un desconocido en los corrillos políticos. Tiene la estirpe del dirigente barrial que junta votos pero no dilapida favores. Su postura suponía la adhesión de otros vendedores y solo los “históricos” se resistían a seguir el improvisado liderazgo. “El Liso” amenazó al secretario de Gobierno en la Municipalidad, insultó a los funcionarios ante los micrófonos periodísticos, se encadenó al portal de Palacio de Mójica y se mofó de tener la capacidad para “abrir cinco puestos iguales al mismo tiempo”. Sería también Márquez quien aparecería en el escandaloso video donde se advierte el diálogo con el secretario de Desarrollo Social Guillermo Aón en un debate con tono informal sobre qué números serían más provechosos para sus intereses personales.
Aón: Y si yo te doy los 50 mil que necesitás para poner la fábrica de camisetas y un terreno para que lo pongás, ó los 60 mil que necesitás…
Vendedor 1: ¿Para qué? Para cada uno…Aón: Yo estoy discutiendo con vos…
Vendedor 1: ¿Conmigo? Si…
Aón: Digo, haber ¿qué tenemos nosotros?
Vendedor 1: (Interrumpe) Es tentadora la cosa…
Aón definió al ambulante como el padre de una familia de varios hijos que necesitaba de la ayuda oficial para encarar un nuevo proyecto productivo y señaló que cada vendedor podía requerir “lo que podía devolver”.
La Feria del Progreso, donde ya se invirtieron más de 300 mil pesos, sigue completamente vacía. No todos los vendedores habrían recibido “esa cosa tentadora”, como la describió. Algunos ambulantes indicaron a Telediario que los aportes municipales rondarían entre los 15 y 20 mil pesos, aunque también hablaron de terrenos y máquinas. Ninguno de ellos dijo que deberán devolver ese dinero.
Aón es el responsable de un área social que alcanzó una valoración especial de los riocuartenses en los últimos años. La contención estatal permitió una mejora en los servicios de los barrios marginales y puso en marcha el programa de independencia alimentaria. Muchos, incluso, le adjudican a la secretaría una incidencia clave en el triunfo electoral de Juan Jure en barrio Alberdi, tradicional bastión peronista.
Cuando el intendente observó que el acampamiento de los ambulantes frente al municipio parecía crearle un cerco político sin demasiadas salidas, optó por Aón para alcanzar un acuerdo.
El municipio intentó cambiar una realidad de 30 años y el diálogo fue la alternativa elegida. Los vendedores que se multiplicaron en los últimos años en la ciudad, afectan el espacio público y la ley no puede generar distinciones. Sin embargo, los acuerdos parciales, con ofertas de dinero y terrenos no parecen colaborar en la búsqueda de la igualdad.
El Ejecutivo intentó plantearse el objetivo de crear una transformación histórica con actores a los que no les seduce canjear las esquinas más céntricas de la ciudad por un puesto de feria. La apuesta era compleja por definición. Equivocar el camino suma al debate primario la pérdida de credibilidad.
Aón señala que no se pueden medir 8 meses en un minuto y medio de grabación de una reunión. Intenta obviar que en ese breve espacio de tiempo se desnuda cómo el municipio intentó acordar con algunos inflexibles y mejores negociadores. ¿Es válido debatir en un contexto de total informalidad cuál es el monto de dinero más conveniente? ¿De donde surgen los terrenos que se ofrecieron? ¿Quién y cómo controlará eventuales acuerdos en los que se utilizarían fondos públicos?
Horas antes de que se revelara el polémico video, Aón había reconocido ante los concejales que se evaluaba entregar subsidios reintegrables y destinar a la operativa 250 mil pesos, aproximadamente. Los fondos iban a aplicarse a una reconversión de la actividad y a la compra de mercadería. ¿Los casi 40 vendedores iban a tener las mismas oportunidades? ¿La oposición cree que el proceso tiene la transparencia como para avanzar sin condicionamientos?
El gobierno sumó al debate sobre la ilegalidad en la ocupación de los espacios públicos y el dilema social para erradicar a los vendedores del microcentro la necesaria discusión sobre cómo se produjo la negociación, qué compromisos asumió el Ejecutivo con los vendedores y qué criterios disponen en la utilización de fondos públicos. “Es tentadora la cosa”, admitió Márquez y no se equivocó. Los miles de pesos, terrenos y máquinas pueden convertirse en una opción nada despreciable.
Negociar a cualquier precio también tiene sus costos y algunos ya lanzaron el pase de facturas.
Por Pablo Callejón (callejonpablo@yahoo.com.ar)
Creo que queda clarísimo que desde el ejecutivo acepataban con anterioridad que se entregarían esos subsidios (necesarios para mejorar la caldiad de vida de las familias, algunas más grandes que otras), la oposición lo sabía, pero claro, es un año de elecciones y esto les cae como anillo al dedo: que el mejor funcionario del gobierno de Jure se lo lleve puesto un vendedor ambulante,levantando la bandera de la honestidad. Son muchas las cosas para acotar, muchas, por ejemplo preguntarle a algunos vendedores porque no quieren irse? NO será que venden otras cosas que en la feria no van a poder vender? Y hay muchos interrogantes más… Pero lo que más ofende es el planteamiento que le da a la noticia , el noticiero y el canal como responsable del mismo, arruinando una inversión enorme que hizo el municipio tanto de tiempo como de dinero de los riocuartenses. Sepan que si este preyecto no llega a su objetivo la responsabilidad toda es del noticiero y del periodista que llevó adelante esta nota, porque no se le puede llamar ni informe, ni investigación… Pobre pobre lo del periodista…
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