River Plate afronta 110 años después de su fundación la hora más dramática de su historia, cerca de la Promoción que le obligaría a disputar su permanencia en la Primera División argentina con otro de Segunda.
A falta de dos jornadas para la finalización del Clausura y de la temporada 2010-2011, los riverplatenses ya no dependen de sí mismos para evitar la Promoción. Están ahora en la zona de Promoción Olimpo y Huracán, y a muy escasa distancia de ellos el River Plate, mientras que Gimnasia y Esgrima La Plata y Quilmes se mantienen en la de descenso directo.
Si Arsenal y Olimpo ganan sus dos últimos partidos, River jugará la Promoción haga lo que haga
Olimpo ascendió a la Primera División a mediados de 2010, razón por la cual los puntos que obtiene tienen más valor que los del equipo riverplatense. Las complicadas ecuaciones de los promedios de puntos que ponen en riesgo la continuidad de estos equipos en la categoría de honor, indican que si Arsenal y Olimpo ganan sus partidos de las dos últimas jornadas del Clausura, River se quedará en la Promoción irremediablemente.
El conjunto que dirige Juan José López suma tres temporadas de malos resultados, por lo que necesitaba ganar en el último tramo del actual torneo Clausura 2010, lo cual no ha logrado en las últimas cinco jornadas.
Perdió ante el modesto All Boys y frente a su histórico rival, Boca Juniors, y consecutivamente empató con San Lorenzo, Olimpo y este domingo, de manera angustiosa, frente al Colón de Santa Fe (1-1), en casa, con un tanto marcado por Leandro Caruso a los 81 minutos de juego. Tras el encuentro, el entrenador Juan José López fue insultado por los hinchas del equipo y canceló la rueda de prensa que ofrece habitualmente.
El corolario de esta grave situación es que el River, que está de momento clasificado para la Copa Sudamericana, podría dejar esa plaza en poder del Boca Juniors, ya que por reglamento los equipos que van a la Promoción no pueden participar en esa competición.
River Plate es uno de los tres equipos, junto con el Boca Juniors y el Independiente de Avellaneda, que jamás han descendido a la segunda categoría, y su situación tiene en estado de conmoción al mundillo futbolístico de su país. El próximo fin de semana visitará a Estudiantes de La Plata y en la última jornada a Lanús, uno de los equipos de mejor rendimiento del actual semestre.