El 2010 podría haber sido un año perdido en el aspecto laboral para Celeste Cid. Pero no, aterrizó en la pantalla de El Trece con la novela «Para vestir santos», que recibió el Oro en los últimos premios Martín Fierro. Tras una complicada rehabilitación de sus adicciones, la actriz volvió con una imagen algo cambiada -más gordita, lo que disparó rumores de embarazo-, y conquistó de nuevo al público.
«Eso fue muy bueno porque yo venía de un momento muy malo de salud, un momento muy difícil, y saber que él me esperaba con ese proyecto fue muy lindo. Yo sentía que tenía una meta», comentó Cid a la revista ¡Hola!.
Recién salida del Fleni de Belgrano donde se internó para recuperarse, la actriz renació en cuanto a lo profesional, pero todavía faltaba el tema de la imagen, algo que supo manejar con astucia: «Tuve momento en que me dio cierto ‘temblorcito’, porque te moviliza que te miren como preguntándose qué le pasó a esta chica. Bueno, pasan los años, pasa la vida, ¿no?», explicó.
«Por suerte, pude usar a mi favor mis 15 kilos de más y los puse a disposición del personaje. ¿Qué iba a hacer? ¡¿Fajarme?! Bueno, me tocó ser la gordita simpática», resolvió Cid. Claro, que para «gordita simpática» le fue más que bien y el trío de hermanas en la ficción que formó con Griselda Siciliani y Gabriela Toscano se ganó todo en los Martín Fierro.