El riocuartense Víctor Rena se reencontró con un compañero de Mavinas que lo creía muerto. Creyendo que había fallecido en las islas, su amigo escribió una semblanza sobre él en Internet y así se reencontraron venciendo la muerte.Un abrazo, como aquel que se dieron para despedirse hace 29 años. Aunque sin que esta vez la muerte rondara como lo hacía durante aquellos días en los anegados campos de Malvinas.
Un abrazo. El final que ambos soñaron para una increíble historia de dos veteranos de Malvinas que se reencontraron venciendo la muerte y el desencuentro.
Es que durante todo este tiempo, el teniente bonaerense que durante el conflicto con los ingleses tenía la misión de instalar las defensas antiaéreas en el aeropuerto vivió convencido de que aquel soldado con el que había trabado amistad, en medio de las bombas, era uno de los tantos que había caído en combate.
El soldado Rena estaba en su memoria todos los 13 de junio. Esa, creía él, había sido la fecha de su muerte. Por eso todos los años, Reyes participaba de una misa en su homenaje.
Se relacionaron cuando eran soldados veinteañeros en las Islas Malvinas. Reyes creyó que Rena había muerto en aquellas tierras del sur el último día de guerra con los ingleses, 14 de junio de 1982, pero gracias a Facebook casi tres décadas después permitió que recuperaran aquel lazo afectivo.
«Nos conocimos en las Malvinas. Él era oficial de Fuerza Aérea y yo era de Ejército. Compartíamos la posición porque teníamos la misión de proteger el aeropuerto», señaló Rena.
«La última vez que lo vi fue el 13 de junio de 1982, cuando nos llegó la orden de hacer un relevo. Le dejé una estampa de la Virgen de Luján por todo lo que habíamos compartido. ‘Soldado clase 63 Víctor Daniel Rena, Río Cuarto (Córdoba)’, escribí. Ese día se me incendió todo el armamento y las municiones. Él me dio un casco y sus compañeros armamento y balas», continuó.
«El 14 de junio, día de la rendición, perdí el batallón y fui alcanzado por artillería pesada cuando me había sumado a un grupo de cuatro chicos de Buenos Aires. Todos ellos murieron y a mí me hirieron. No sé cuánto tiempo estuve tirado. Cuando me levanté sentí un ardor en la cintura. Una esquirla quebró el fusil y perforó los cargadores. Eso me salvó. Fue una gran suerte. Después, al tiempo, descubrí que tengo una esquirla clavada en el cráneo», añadió.
Posteriormente, fue llevado al hospital donde terminó recuperándose. Volvió a Río Cuarto, se casó y tuvo un hijo.
Desde entonces, cada 13 de junio, Reyes elevaba una plegaria en honor al soldado que conoció en las frías Malvinas.
El reencuentro fue posible luego de que Reyes escribiera una semblanza sobre Rena en Internet y a partir de allí se desencadenó una serie de sucesos que le permitieron descubrir que su amigo de trinchera estaba vivo.
Reyes llegó a Río Cuarto acompañado de toda su familia y planean pasar el fin de semana compartiendo momentos con otros veteranos de Malvinas.