El barco, con mujeres y niños a bordo, estuvo 16 días a la deriva, según el diario ‘The Guardian’.- La Alianza asegura que no había ningún buque de la organización en la zona.
La OTAN niega vehementemente que un portaaviones aliado ignorara las peticiones de auxilio de una barca con decenas de inmigrantes africanos en el Mediterráneo, que según The Guardian murieron de hambre y sed tras pasar 16 días a la deriva cuando trataban de llegar a la isla italiana de Lampedusa. «No había barcos de la OTAN en la zona», ha señalado Carmen Romero, portavoz de la Alianza, tras recabar información al mando de la operación en el cuartel general de Nápoles. «Sólo un portaviones, el italiano Garibaldi, estaba en alta mar por esas fechas, pero operaba a unas cien millas náuticas (unos 180 kilómetros) y no vio nada».
Todos los inmigrantes menos 11 murieron de sed y hambre durante la travesía, según el diario británico. «Cada mañana nos levantamos y encontrábamos más cuerpos, que tirábamos al mar», relata a The Guardian Abu Kurke, uno de los supervivientes. La barcaza salió de Trípoli el pasado 25 de marzo cargada con 47 etíopes, siete nigerianos, siete eritreos, seis ghaneses y cinco sudaneses. De ellos, 20 eran mujeres y dos niños, uno de tan solo un año de edad.
A las 18 horas de partir, el barco empezó a tener problemas y se quedó sin combustible, a unas 60 millas (110 kilómetros) de la costa libia. Después de 16 días a la deriva, en los que se agotaron la comida y el agua, el 10 de abril las corrientes arrastraron la embarcación a una ciudad costera cerca de Misrata, donde dos de los 11 supervivientes murieron.
Kurke relata al diario británico que en un momento de la travesía, el mar acercó la barca a un portaaviones tanto que era imposible que no les divisaran. Dos aviones despegaron del buque y sobrevolaron la barcaza a poca altura, mientras los inmigrantes les hacían señales desesperadas y levantaban a los dos niños para que les vieran. Pero el superviviente asegura que no se hizo ningún intento de rescate. Según la investigación de The Guardian, el único portaaviones que operaba en la zona en esas fechas era el francés Charles de Gaulle, que participa en las operaciones para imponer la zona de exclusión en Libia, pero no está bajo las órdenes del mando conjunto en Nápoles. Fuentes aliadas indican que París les ha asegurado que su buque insignia tampoco se encontraba en la zona.
Fuente: El País