La Justicia conformará el grupo de personas que formarán parte de los jurados populares encargados de analizar el hecho y de juzgar la participación del agente José María Auce, de pasar alcohol y drogas en las celdas de la alcaidía local.Recordemos que el hecho se desató en el mes de enero del 2010 cuando Nancy Carena, quien en ese momento ayudaba en la limpieza del lugar, denunció la desorbitante situación que entretejía puertas adentro de las rejas.
La investigación surgió entre el 27 y el 28 de enero, cuando el oficial José Auce, quien estaba a cargo de la guadia “habría ingresado al consultorio médico de la dependencia policial y sustrajo una cantidad no determinada de psicofármacos en pastillas, entre ellas píldoras de “Clonazepan 2 mg” y Alprazolam”.
También, Auce habría retirado “una cantidad no precisada de alcohol etílico que se encontraba allí para ser suministrada por personal policial a ciertos detenidos bajo prescripción médica”.
El agente, hijo de policía y oriundo de Córdoba capital, comercializó las drogas a una veintena de alojados en la Celda 13.
Auce vendía a cincuenta pesos el alcohol y a treinta pesos las pastillas que eran mezcladas por los internos con agua y jugo de naranja.
El principal sospechoso habría entregado 14 dosis a tres mujeres a quien les canjeaba las drogas por besos. Una de las internas de nombre Anabella, consumió una medida excesiva de psicofármacos por lo que debió ser hospitalizada.
El comisario Sayago había relatado que el médico Ribecky “notó ciertas alteraciones en los detenidos y que dos mujeres le habían comentado que “el más delgadito” de los efectivos de guardia les había entregado, a cambio de dinero, ciertas pastillas verdes, blancas y otras de otro color, y les había proporcionado también alcohol etílico”.
Por su parte, Nancy Carena precisó que Anabella “comenzó a convulsionar y a despedir saliva por la boca”. Aunque llamó toda la noche a los efectivos para que ayudaran a la joven, “nadie se acercó”.
“A las 11 de la mañana del otro día un médico revisó a la chica pero la trasladaron al Hospital a las 19 horas”, destacó Nancy. En el nosocomio se detectó “embriagamiento químico”. La paciente había salvado su vida y el escándalo se conocía más allá de los límites de lo que debería ser el lugar más vigilado de la ciudad.