Conscientes del temor a que se reproduzca el caos aéreo que el año pasado causó la nube de ceniza volcánica procedente del Eyjafjalla, las autoridades europeas gestionan con mucha más prudencia la erupción de otro volcán islandés, el Grimsvötn. Pese a que las cenizas han obligado a cancelar hoy 252 vuelos, la mayoría con salida o destino Escocia, tanto la Comisión Europea como Reino Unido e Irlanda, por el momento los países más afectados, han asegurado que no tienen intención de cerrar el espacio aéreo de forma generalizada. Además, este año se han distinguido tres niveles de riesgo y la mayoría de las aerolíneas están preparadas para volar con nubes volcánicas de riesgo bajo o medio.
La Autoridad de la Aviación Civil (CAA) de Reino Unido aseguró ayer que las medidas adoptadas desde el año pasado «ayudarán a limitar cualquier trastorno en el caso de que las cenizas volcánicas alcancen esta semana el espacio aéreo europeo». Pero la CAA ha advertido que «no se puede descartar un trastorno de la aviación». Que el nivel de complicación aumente dependerá de cómo evolucione la erupción y de la nube, en función de los vientos y la meteorología.
Por el momento, la actividad del Grimsvötn, que entró en erupción el sábado, se ha frenado en las últimas horas, y la columna de humo ha disminuido hasta los cinco kilómetros de altura, según la Oficina Meteorológica de Islandia. Ayer llegaba hasta los 10 kilómetros, y el sábado sobrepasaba los 20 kilómetros.
A primera hora de la tarde, se han reabierto los aeropuertos de Glasgow y Aberdeen, ya libres de una alta densidad de cenizas, aunque se tardará en normalizar la situación debido a las cancelaciones de la mañana. Según los mapas de predicción de la Agencia Meteorológica de Reino Unido, la nube tenía previsto llegar este mediodía a Irlanda y cubrir casi por entero Inglaterra aunque con una densidad baja, excepto en el norte, y tocar el suroeste de Noruega y el oeste de Dinamarca con una concentración medio-alta a lo largo de la tarde, donde provocará algunas restricciones de vuelo, según las autoridades de ambos países. Siguiendo esta predicción, las cenizas tocarían el norte de Alemania con una densidad medio-alta mañana por la mañana.
Tanto Reino Unido como Irlanda han asegurado esta mañana que en esta ocasión, la ceniza no provocará el cierre total del espacio aéreo. «Nos hemos movido a una forma diferente de trabajar, no cerraremos el espacio aéreo», ha declarado el secretario de Transporte británico, Philip Hammond, a la BBC. Por su parte, el operador de los aeropuertos noruegos.