Tras protagonizar un confuso episodio que empañó la movida solidaria que involucró a todo el país, la madre de Agustín Bustos Fierro dijo que separó a su marido de la entidad “Un Milagro para Agustín”. Confirmó que el viernes viajan al país del Norte donde el joven será trasplantado.
Ni las disculpas públicas ni el arrepentimiento que mostró ayer el padre de Agustín Bustos Fierro tras el escándalo que protagonizó el fin de semana con una bailarina, alcanzaron para despejar las dudas que sembró en torno al uso de los fondos recaudados en la campaña “Un Milagro para Agustín”. Es que mediante la colecta que tomó trascendencia nacional se reunió más de un millón de dólares en unos meses para colaborar con el adolescente que padece adrenoleucodistrofia y que, para salvar su vida, necesita someterse a una costosa operación en el Hospital Universitario de Minnesota, Estados Unidos. Además, cabe recordar que los otros dos hermanos del joven también sufren la misma enfermedad.
Sin embargo, la exitosa movida solidaria quedó totalmente empañada cuando Javier, el padre de familia, quedó enredado el sábado en un confuso episodio con una trabajadora sexual de una whiskería de Carlos Paz. Mientras él insiste que Johana Zulé de 23 años, a quien trajo en su vehículo desde esa localidad hasta Córdoba Capital, le quiso robar el celular, ella sostiene que tras una discusión el hombre la quiso arrojar del auto. Lo cierto es que ambos terminaron declarando en la comisaría Décima durante largas horas.
Ayer Javier Bustos Fierro aseguró que conoció a la muchacha la misma noche del viernes, aunque ella lo desmintió. Dijo que se habían visto en varias oportunidades, que él la maltrató y gastó varios miles de pesos en salidas nocturnas. Es más, afirmó que al hombre no le importó que se tratara del dinero aportado por los particulares para la campaña. “Me mandé el moco de mi vida, pero esto no tiene nada que ver con las donaciones. Hay detalles que los hablaré con mi esposa e hijos”, dijo Javier.
Fuente: La Mañana de Córdoba