No obstante, el mandatario santafesino aún no descartó la posibilidad de acompañar a Alfonsín en la fórmula presidencial para octubre próximo y recordó que hoy continuará el diálogo entre representantes socialistas y radicales con ese propósito.
El gobernador de Santa Fe y principal referente nacional del socialismo afirmó hoy que el candidato presidencial por el radicalismo, Ricardo Alfonsín, tendrá que decidir entre conformar una alianza con el Frente Progresista integrado por el socialismo y otras fuerzas de centro izquierda o aliarse con Francisco De Narváez, en la provincia de Buenos Aires.
“Yo creo que crudamente es así”, respondió Binner ante una consulta en ese sentido en declaraciones a Radio Continental y sostuvo su rechazo al dirigente bonaerense en una cuestión “ideológica, que no tiene nada que ver con lo personal”.
No obstante, el mandatario santafesino aún no descartó la posibilidad de acompañar a Alfonsín en la fórmula presidencial para octubre próximo y recordó que hoy continuará el diálogo entre representantes socialistas y radicales con ese propósito.
Luego, al referirse a su eventual postulación presidencial, subordinó esa posibilidad al resultado de esas negociaciones y señaló que en la fuerza que lidera aún “no hay plan B” en caso de que no se alcance un acuerdo con el radicalismo.
Binner le quitó dramatismo a las diferencias en torno a la conformación de una fuerza electoral para los próximos comicios y afirmó que “no todo se juega en esta elección”.
“Tenemos que pensar una Argentina que no se realiza en cuatro años, hay una Argentina por venir en la que prevalezcan los valores, la solidaridad y la transparencia”, remarcó.
“Queremos generar una propuesta que resuelva conflictos y permita avanzar sobre la administración de los conflictos, como estamos haciendo en el Frente Progresista en Santa Fe”, que comenzó siendo tres partidos y ahora ya soy siete, incluyendo a la Coalición Cívica, subrayó.
Al avanzar en su rechazo a la participación de una coalición con De Narváez, negó cualquier cuestión personal en ello y sostuvo que “no es la resistencia a una persona”, sino que en esta idea del proceso electoral «no todo suma ni todo resta”.
“Debemos buscar un límite que está dado por los conceptos, las ideas y los valores, pertenecemos a pensamientos diferentes”, dijo, e insistió en que la oposición a De Narváez “es una cuestión ideológica, que no tiene nada que ver con lo personal”.
El gobierno nacional “no es progresista en la centralidad”, dijo, y sustentó su afirmación en el hecho de que “al país hay que descentralizarlo y no hay que mirarlo desde el vértice de la pirámide sino desde la base”.