El fiscal Medina había solicitado la misma pena. Consideró que fue probado uno de los dos hechos. El imputado quedó ciego debido al agravamiento de una diabetes que padecía y “el stress que le provocó la acusación en su contra”.
La Cámara Segunda del Crimen condenó a tres años de prisión en suspenso al médico residente del Hospital Javier Saravia, quien fue juzgado por dos hechos de abuso sexual sin acceso carnal, lesiones leves reiteradas y violación de domicilio y hurto.
El Tribunal también le aplicó una inhabilitación en el ejercicio de la profesión mientras dure la condena.
Durante los alegatos, el fiscal de Cámara Jorge Medina había requerido una pena de 3 años de prisión al señalar que uno de los hechos quedó comprobado.
El imputado quedó ciego debido al agravamiento de una diabetes que padecía y “el stress que le provocó la acusación en su contra”.
Según surge de la denuncia de las víctimas, el especialista les daba calmante para dormirlas y en ese momento el presunto abusador se masturbaba.
Las víctimas solo recordaban parcialmente lo ocurrido, aunque en la investigación el fiscal de Instrucción Julio Rivero pudo demostrar la veracidad de los relatos.
Para la presunta asistencia de las mujeres, Saravia llevaba a las víctimas a una oficina en el quinto piso del nosocomio donde había una camilla.
Los médicos del Hospital sindicaron que el lugar que no era el indicado para la prestación que requerían las pacientes.
Además, el acusado estaba sospechado de haber robado ropa interior íntima de una médica en la residencia que compartían en el Viejo Hospital.