En junio del 2006 Río Cuarto se convertía en una de las primeras ciudades del país en crear su propia Ley Antitabaco y a 5 años de su aplicación es alta la adhesión a la norma.
Inicialmente, hubo reparos por parte de propietarios de bares, restaurantes y locales nocturnos que temieron una pérdida en la cantidad de clientes, aunque finalmente acataron la norma que impide fumar en espacios públicos y privados de acceso público.
El mayor incumplimiento se observa en las confiterías bailables, donde la imposición de la restricción es baja.
José Antuña, director del Area de Espectáculos Públicos, señaló que «el resultado es positivo por la adhesión de los empresarios aunque hay que ajustar el control en las confiterías, algunos pubs nocturnos y recitales».
«En los lugares de menor concentración como vecinales, bailes populares, restaurantes, cafés, casino, bingo y otros espacios no observamos inconvenientes», indicó.
Antuña precisó que se labran, en promedio, cinco actas por fin de semana. Las notificaciones son enviadas al Juzgado de Faltas para que se determine la sanción.
«Tras la tercera reincidencia en un mismo local se produce la clausura, como ocurrió el año pasado en el boliche Casa de Piedra», subrayó.
Un mal epidémico
En el mundo, el cigarrillo se ha convertido en una epidemia que podría generar la muerte de 6 millones de personas en todo el planeta. Del total, 600 mil serán fumadores pasivos.
En la Argentina, pese a que varios centros urbanos decidieron restringir el consumo de cigarrillos, el proyecto antitabaco nacional avanza más lento del esperado.
El 26 de abril, las comisiones de Salud, Comercio y Prevención y Narcotráfico de la Cámara de Diputados emitieron dictamen de mayoría para tratar en el recinto el proyecto de la Ley Antitabaco.
La norma apunta a garantizar ambientes 100 por ciento libres de humo de cigarrillo, la inclusión de advertencias sanitarias con imágenes en cajetillas así como la restricción amplia de la publicidad de esa clase de productos.