Algunos presionan por aportes para comprar mercaderías. Los históricos y los liderados por Márquez resisten la relocalización. La feria está lista, pero cerrada.
El conflicto por el proyecto de erradicación de los vendedores ambulantes sigue sumando capítulos y el traslado a la nueva feria del Progreso aún no tiene fecha.
Tal como anticipó hace días Telediario, las obras están concluidas pero las puertas del local de calle Belgrano permanecen cerradas.
Esta mañana, un grupo de vendedores arribó al Palacio de Mójica para renunirse con el secretario de Desarrollo Social, Guillermo Aón.
Piden por los aportes prometidos para la compra de mercadería y que se determine cuándo irán a la feria.
Otro grupo, el de los denominados históricos, resiste la erradicación y aseguran que no abandorán del microcentro.
A este sector se sumó «Liso» Márquez y otra decena de implicados, quienes inicialmente avalaban la relocalización y ahora la rechazan.
«Nos dan vuelta y no dicen la verdad. Nos quieren dividir y ya nos cansamos», dijo Márquez.