El viudo de Gladys Baralla, una de las víctimas de la tragedia de la Planta Piloto, buscará ser decano de Ingeniería.
Osvaldo Simone decidió disputar el decanato de la Facultad de Ingeniería a más de 3 años de las explosiones en la Planta Piloto, donde falleció su esposa, Gladys Baralla. El ex funcionario municipal enfrentará al ingeniero Pedro Ducanto -hombre cercano a Spada- en una elección que conjuga un plan a futuro con las inmediatas postales que la tragedia dejó en la memoria colectiva de la Universidad.
En diálogo con Telediario, Simone afirmó que se reconcilió con la institución y que es tiempo de mirar «hacia adelante».
– ¿Por qué decidió participar nuevamente de la política universitaria y ser candidato a decano?
– Hay motivaciones que a cierta etapa de la vida profesional y en el desarrollo de la actividad universitaria permiten tomar una decisión. Junto a docentes, estudiantes, no docentes y graduados creemos que podemos hacer aportes para salir del ostracismo dela facultad. Hay muchas fortalezas internas en nuestros equipos que por una falta de actividad en la conducción no dan los resultados esperados. Hay cuestiones muy básicas como hacer más tentadora la oferta de cursar la carrera de ingeniería en un país que está ávido de ingenieros y que no han sido impulsadas.
– ¿Cree que esto se debe solo a una política de la facultad ó también a una mirada global sobre la inserción de la Universidad en la sociedad y el contexto productivo?
– Tiene que ver con todo. Hay que repensar la inserción social y las formas de tener una mirada inclusiva de la actividad académica.
– Es difícil no ligar su trágica experiencia en la facultad, por la muerte de Gladys, con su decisión de ser candidato a decano…
– No. A pesar de los tiempos que demoró la Institución en darnos el respaldo que reclamamos, a mediados de 2010 lo logramos. Para nosotros fue suficiente para dar vuelta la página. Yo me reconcilié con la Institución y lo mejor para un espíritu de trabajo es tratar de hacer los aportes necesarios. Me siento en la condición de moral de colaborar en reconstruir la Planta Piloto y el tejido humano. Quizás mi experiencia puede servir como mensaje porque debemos salir para adelante. He recibido de esta UNRC todo, aquí me recibí y forme mi familia. En lo personal estoy motivado para llevar adelante la gestión.
– Ya no se habla de seguridad en la UNRC. ¿Ha cambiado el contexto, hoy se siente segura la comunidad?
– Hay condiciones estructurales que han cambiado. Otras necesitarán tiempo. Sabíamos que ibamos a vivir un proceso de adaptación. El accidente de la planta Piloto marcó un quiebre. Nosotros tenemos la responsabilidad de sostener altos niveles de infraestructura de seguridad y seguir trabajando para evitar todos los riesgos.
– ¿Cómo es su relación con Spada? ¿Se siente en la vereda de enfrente políticamente hablando?
– No estamos enfrentados. He sido crítico de la actuación del Rectorado respecto a la Planta Piloto. Pero, he dado muestras cabales de que cuando hay que trabajar con la institución lo puedo hacer. Esto lo voy a seguir sosteniendo.
– ¿Su candidatura representa el regreso del canterismo a la vida política universitaria?
– Hay que terminar con los «ismos». Este es el proyecto de mucha gente. Yo he trabajado con Alberto pero ahora me debo a esta propuesta que busca reformar la Facultad.
Por Pablo Callejón (pjcallejon@yahoo.com.ar)