«Soy argentino y lo seré siempre. En España estoy desde hace mucho tiempo y me siento bien», afirmó la estrella de Barcelona. En ese sentido, admitió que tiene «un poco el corazón partido, pero antes que nada soy argentino».
El joven jugador se pronunció de esa manera en una entrevista que mañana publicará el diario francés L Equipe.
Messi, de 23 años, se incorporó a las divisiones menores de Barcelona siendo un adolescente y fue escalando hasta debutar en primera con apenas 17.
Además, confió que en su casa de Barcelona no tiene la mayor parte de sus «afectos personales y recuerdos», los cuales permanecen en la casa paterna, en Rosario.
Por otra parte, y acerca de sus vivencias dentro del terreno, sostuvo que «las ganas de vencer me transforman y a veces tengo el sentimiento de cambiar de personalidad».