No bien la vió, se acercó a la mujer y, después de olfatearla, no dejó de ladrar y de abalanzarse sobre ella, mientras movía alegremente la cola. La perra, de nombre Ban y de color canela, fue rescatada este viernes de lo alto de un tejado que estuvo flotando en el mar en Kesennuma, en la provincia de Miyagi (noreste de Japón), desde el sismo de 9 grados Richter y posterior tsunami del 11 de marzo.
La noticia copó este fin de semana numerosos titulares en Japón, donde hay 12.175 muertos y casi 15.500 desaparecidos por la catástrofe, y se convirtió en símbolo de esperanza en un pueblo sufrido.
De hecho, fueron las imágenes de la cadena de televisión NHK sobre el rescate las que permitieron que la mascota se reencontrase con su dueña, que la fue a recoger a un centro de protección de animales, según explicaron sus responsables a Kyodo.
No quiero volver a perderla», dijo la propietaria de la perra al ir a recogerla, al tiempo que se manifestó «muy contenta» de haber recuperado a su mascota, de dos años. Aún habiendo encontrado a su familia, la perra todavía no volverá a su casa, ya que quedó totalmente destruida por el sismo. Ban deberá conformarse con el mismo refugio temporal en el que reside su dueña.