Se trata de 310 piezas dentales de tiburón, valuados en el mercado negro en más de u$s 100.000. La Aduana detuvo a un ciudadano chileno que intentaba ingresar al país los restos fósiles.
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) informó que la Aduana secuestró 310 dientes de distintas clases de tiburones extinguidos hace más de 4.000 años, que pretendían ser ingresados ilegalmente al país por un ciudadano chileno. Se estima que las piezas están valuadas en u$s 100.000 e iban a ser comercializadas en Brasil y Europa Oriental.
Los restos fósiles fueron descubiertos en el puesto aduanero del Resguardo El Rincón, que controla el Paso Internacional Cardenal Samoré – provincia de Neuquén – mediante la utilización de scanners que permitieron observar piedras graníticas de distintos tamaños en un equipaje de mano. Al abrirlo, el nerviosismo del pasajero fue tan evidente, que se le solicitó, vaciar los bolsillos de su campera, donde se encontraban las piezas antes mencionadas. Los agentes también hallaron restos adheridos al cuerpo del involucrado.
Las piezas decomisadas pertenecerían al Patrimonio Cultural de Chile, y habrían sido extraídos del yacimiento paleontológico de la ciudad de Caldera, ubicada al norte del país vecino.
Cabe informar, que la Ley de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico prohíbe el traslado de materiales arqueológicos o paleontológicos para cualquier finalidad, dentro del territorio nacional y su exportación, sin la previa autorización del organismo donde estén radicados los materiales.
Una vez comprobado que se trataba de mercaderías no declaradas, la Aduana se comunicó con el Juzgado Federal de Zapala, quien dispuso la detención inmediata del ciudadano y su traslado a esa ciudad.