Fue una «emboscada pastelera». El jefe de la Iglesia católica belga recibió cuatro ‘tortazos’ mientras brindaba una conferencia. ¿El motivo? No fueron frases aburridas ni comentarios para la siesta sino su oposición al aborto y la homosexualidad.
Los responsables del cremoso ataque, que se hacen llamar la «Internacional Pastelera», le reprocharon así al religioso su postura en contra de los gays y la libertad para elegir cuándo tener un hijo o no.
El arzobispo André-Joseph Leonard fue atacado ayer cuando se dirigía a la Universidad Católica de Lovaina para un debate, señaló el grupo, que reivindica haber lanzado tortas a figuras como el presidente francés Nicolas Sarkozy o el multimillonario Bill Gates.
«Una primera torta de crema aterrizó sobre su rostro cuando entraba en el edificio universitario» de Lovaina (en el sur de Bélgica) y ya en el interior del aula «recibió tres nuevas tortas chorreantes», explicó la «Internacional Pastelera» en un comunicado.
«Francamente, se lo merecía, por todos los homosexuales que no se atreven a decir a sus padres que lo son y por todas las chicas jóvenes que quieren abortar», declaró a la agencia Belga uno de los miembros del grupo.
El arzobispo ya vivió una experiencia parecida cuando celebraba una misa en la catedral de Bruselas el pasado noviembre.
Desde su llegada a la jefatura de la Iglesia católica belga en enero de 2010, Leonard ha levantado sucesivas polémicas por sus comentarios sobre el sida, los homosexuales o los religiosos pederastas.
Entre otras declaraciones controvertidas, el arzobispo ha asegurado que la primera propagación del virus del sida a principios de los años 1980 fue «una especie de justicia intrínseca». Aquella frase le valió el «tortazo» de noviembre. Además, también dijo que la homosexualidad no «es coherente con la lógica objetiva de la sexualidad».
El mes pasado, participó en Bruselas en una «Marcha por la vida» organizada por estudiantes católicos opositores al aborto.