«La noticia la recibí como si nada porque siempre creí que era Manubens Calvet», admite Gladys en tono pausado. La mujer que vive con su hija en una humilde vivienda de barrio Alberdi, no pierde el sueño ni la calma. A partir del informe genético del Ceprocor, se convertiría junto a su hermano en una de las herederas del millonario legado del hacendado y no tiene urgencia en conocer el monto que recibirá. Esta mañana despertó como siempre, aunque su vida podría cambiar definitivamente.
– El Ceprocor ha confirmado el ADN que la vincula con Manubens Calvet ¿Cómo recibió la noticia?
– La recibí como si nada porque siempre creí que yo era una Manubens Calvet. Mi papá siempre habló de esto y yo le creí. Él decía que era hijo de un Manubens, no se si de Juan ó de un hermano, y mi abuela trabajaba ahí, en la estancia de Villa Dolores.
– ¿Qué repercusión tuvo por la noticia?
– Acá la gente del barrio me conoce pero nadie se sorprendió. Saben que decía la verdad. A mi padre lo querían, siempre fue trabajador y falleció muy joven.
– ¿Qué conserva de aquellos diálogos sobre los Manubens?
– Mi mamá dijo que Manubens Calvet nos ayudó en Villa Dolores. Que había trabajado allí y que mi papá era descendiente. El murió joven (estuvo detenido en la Cárcel local)
– ¿Qué cambiará en su vida a partir de ahora?
– Varias veces dijeron que había mentido, pero la sangre no miente. El único abogado que nos creyó era Enrique Zabala. Antes, otros abogados no nos quisieron atender. Yo iba con chancletas a los estudios y me decían «venga después». Me daba cuenta que no me creían. Pensaban que nos queríamos quedar con plata, nada más. Pero, yo no estoy del tomate.
– ¿Como se compone su familia?
– Tengo una hija y dos hermanos: Juan Carlos y otro que está internado en una clínica. El tiene una discpacidad y ahora los hijos quieren reclamar parte de la herencia. Ellos se borraron y después me acusaron con un abogado de que hace 13 años lo abandoné. Mis sobrinos ahora se acuerdan del papá que está en una clínica. Lo único que quieren es plata pero si les toca algo no van a poder dormir por la conciencia.
– ¿Cree que habrá una rápida resolución ó que la Justicia demorará en darles la razón e incorporarlos como herederos?
– Esto va a ser rápido, ¿que más van a esperar?
– ¿Ya sabe que va a hacer con el dinero?
– Me voy a quedar con un poco para sobrevivir y quiero ayudar a los discapacitados. Mi hija sufre hidrocefalia y quiero tener a mi hermano conmigo. La plata tiene que servir para eso.
– ¿Sabe cuánto dinero podría recibir?
– Lo poco ó mucho, no se lo que me tocará, será para lo que le dije. Ahora solo quiero vivir con mi hija y mi hermano. A él no me lo quita nadie. Mis sobrinos están equivocados: La ambición genera ignorancia.
Por Pablo Callejón (pjcallejon@yahoo.com.ar)