Tanto las fotos como el video difundido por Internet, serán las pruebas de un expediente que se abrirá en su contra y que será presentado por referentes del antikirchnerismo en el Consejo de la Magistratura, según publica hoy La Nación.
El fin de semana de música y diversión que disfrutó el Juez Federal Norberto Oyarbide, en Córdoba, donde cantó y bailó con Carlos La Mona Jiménez, significarían la apertura de una causa para el magistrado al que, un grupo de pares, lo acusan de «actos ofensivos al decoro de la función judicial» que «podrían comprometer la dignidad de su cargo».
Tanto las fotos como el video difundido por Internet, serán las pruebas de un expediente que se abrirá en su contra y que será presentado por referentes del antikirchnerismo en el Consejo de la Magistratura, según publica hoy La Nación.
El ex presidente de la Asociación de Magistrados Ricardo Recondo y el abogado Alejandro Fargosi. El senador Mario Cimadevilla (UCR) evalúa sumarse a ellos. «No es pacatería. Los jueces sabemos que debemos ser prudentes. Así como tenemos privilegios que son por la función, también tenemos prohibiciones especiales», dijo Recondo.
Oyarbide ha sabido sortear acusaciones de mayor peso en años anteriores, incluso, en el 2001, sobrevivió a un juicio político. En aquél entonces, lo acusaban de proteger una red de prostíbulos y llevaba dos años en el centro de un escándalo: lo señalaban como cliente VIP de Spartacus, un burdel gay, y circulaba por televisión un video, supuestamente de él, en ese lugar.
En los últimos tiempos fue objeto de varias denuncias. El año pasado, el Consejo cerró la más delicada: la que lo investigaba por haber sobreseído a los Kirchner en la causa por enriquecimiento ilícito. Además, tiene otras dos abiertas, que no han sido siquiera tratadas este año: una por haber procesado a Mauricio Macri y otra por sus declaraciones sobre la mafia de los medicamentos.
«En algún momento hay que empezar. Al Capone fue a prisión por evadir impuestos», dijo Recondo. Para Fargosi, no es un tema menor. «A los jueces el sistema les da un monumental poder y eso tiene como contrapartida que las reglas que rigen su vida, tanto profesional como personal, son distintas. Su cargo es incompatible con exponerse meneándose con la Mona Jiménez. Y si lo invitaron es, justamente, porque es juez», afirmó.