El residente acusado quedó ciego tras la acusación por los abusos. Según surge de la denuncia de las víctimas, el especialista les daba calmante para dormirlas y en ese momento el presunto abusador se masturbaba.
En la Cámara Segunda del Crimen se realizó la segunda audiencia del juicio al médico residente del Hospital Javier Saravia, quien está imputado en dos hechos por abuso sexual sin acceso carnal, lesiones leves reiteradas y violación de domicilio y hurto.
El imputado, quien se negó a declarar en la apertura del proceso, quedó ciego debido al agravamiento de una diabetes que padecía y “el stress que le provocó la acusación en su contra”.
La doctora Soledad Nieto, abogada de una de las denunciantes, señaló que el médico “podría enfrentar una condena en suspenso porque no tiene antecedentes penales”
Según surge de la denuncia de las víctimas, el especialista les daba calmante para dormirlas y en ese momento el presunto abusador se masturbaba.
Las víctimas solo recordaban parcialmente lo ocurrido, aunque en la investigación el fiscal de Instrucción Julio Rivero pudo demostrar la veracidad de los relatos.
Para la presunta asistencia de las mujeres, Saravia llevaba a las víctimas a una oficina en el quinto piso del nosocomio donde había una camilla.
Los médicos del Hospital sindicaron que el lugar que no era el indicado para la prestación que requerían las pacientes.
Además, el acusado está sospechado de haber robado ropa interior íntima de una médica en la residencia que compartían en el Viejo Hospital.