Con el control del aire en sus manos, la coalición intenta ahora inutilizar las fuerzas terrestres del coronel, que aún siguen presentes en puntos del este y en la ciudad de Misrata, a unos 200 kilómetros de Trípoli.
Por segunda noche consecutiva, Trípoli y el entorno de Bengasi han sido objetivos de los ataques de la alianza internacional que pretende frenar los abusos de Muamar Gadafi sobre su población. Con el control del aire en sus manos, la coalición intenta ahora inutilizar las fuerzas terrestres del coronel, que aún siguen presentes en puntos del este y en la ciudad de Misrata, a unos 200 kilómetros de Trípoli. Ante el castigo de los bombardeos internacionales, las fuerzas de Gadafi retroceden en el este y los rebeldes tratan de recuperar terreno. En Trípoli, un misil británico ha impactado contra un edificio del complejo presidencial donde reside Gadafi. Londres ha informado de que era un «centro de control» desde el que el coronel dirigía los movimientos de sus tropas. El golpe tan cercano al dictador ha dejado aflorar ciertas diferencias entre EE UU y Reino Unido en cuanto al futuro del dictador y si puede o no ser objetivo de la operación Amanecer de la Odisea.
El sábado, las fuerzas leales a Gadafi atacaron Bengasi, último reducto de los rebeldes, la ciudad que habían tomado como capital. Los ataques aéreos de los aviones franceses, iniciados el sábado, los han hecho recular hacia el sur, hacia la localidad de Ajdabiya. Decenas de vehículos y blindados quedaron ayer calcinados en la carretera que une ambas localidades. Ahora, las fuerzas de Gadafi han retrocedido hasta Ajdabiya, aunque los combates con los rebeldes siguen. Según informa la agencia AFP, varios centenares de milicianos rebeldes, armados con cohetes Katiusha y baterías antiaéreas montadas sobre camiones, se han concentrado por la mañana a escasos kilómetros de Ajdabiya, con el objetivo de arrebatársela a los gadafistas. «Incluso si morimos, vamos a entrar en Ajdabiya hoy», ha declarado un comandante rebelde. Desde el interior de la ciudad, los leales al dictador han disparado fuego de artillería. Un fotógrafo de la agencia dice haber visto a tres víctimas, muertos o muy gravemente heridos. Dentro de la ciudad, donde no hay electricidad ni agua, también se levantaban columnas de humo. En este punto, los insurrectos esperan más bombardeos aliados y la llegada de suministros para tomar la ciudad.