Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y los países árabes exigen al dictador libio un alto el fuego y que restablezca el suministro de luz, gas y agua.
Estos países consideran que el alto el fuego debe aplicarse inmediatamente. Le exigen a Gadafi que debe «poner fin al avance de sus tropas en Benghazi y retirarlas de Adyabiya, Misrata y Zawiya»; que restablezca el suministro de agua, electricidad y gas «en todas las zonas»; y que la población civil pueda recibir ayuda humanitaria. «Todo esto no es negociable», han subrayado.
Pocos minutos antes de este comunicado, Obama ha pronunciado un discurso que anticipaba el último movimiento para evitar el ataque. Sus declaraciones sobre Libia puede que sean las últimas antes de una ofensiva militar en toda regla sobre el país del norte de África. Consciente de que la responsabilidad es enorme y que Estados Unidos se está involucrando en un tercer conflicto armado en el extranjero, Obama ha querido asegurar a sus ciudadanos -y al mundo- que EE UU no va a desplegar ni un solo soldado armado sobre territorio libio y de que la operación será conjunta. «Quiero que esto quede claro», ha dicho por dos veces el presidente, «la operación será junto a nuestros aliados del Reino Unido, Francia y los países árabes» -sin especificar qué naciones del mundo árabe-. También ha advertido de que el futuro de Oriente Próximo está en mano de sus propios ciudadanos, de que ningún poder extranjero puede hacer posible con su injerencia la libertad y la democracia en la región.
El tono ha sido contundente: «Gadafi debe de cumplir con la resolución de Naciones Unidas o enfrentarse a una acción militar». Obama ha comparecido ante la prensa en la Casa Blanca pocas horas antes de abandonar Washington rumbo a su gira por América Latina para ejercer el papel de comandante en jefe del Ejército de Estados Unidos. «Quiero que sepan que no hay decisión que haya considerado con más cuidado como vuestro comandante en jefe que la de poner en riesgo a nuestras tropas», ha expresado el mandatario consciente del peso de la guerra de Afganistán y de las operaciones de salida de Irak que vive EE UU.
Fuente: El Pais de España