La autopsia al cadáver del hincha de San Lorenzo Ramón Aramayo determinó que el hombre murió como consecuencia de un edema y una hemorragia pulmonar y cerebral, y que presentaba algunas lesiones producto de golpes que, en principio, no fueron mortales.
Fuentes judiciales dijeron a Télam que Aramayo presentaba un aumento en el tamaño del corazón y los peritos forenses ordenaron realizar análisis complementarios histopatológicos y toxicológicos para determinar si la muerte fue natural.
Según los investigadores, el cuerpo del hincha de San Lorenzo presenta lesiones en las mejillas, en las rodillas y en los codos, como así también en la región dorsal que, se cree, pudieron haber sido producidos durante el forcejeo con los policías que lo detuvieron en el cacheo previo al ingreso al estadio.
De todas formas, los pesquisas señalaron, en base al resultado de la autopsia, que las lesiones «no tienen idoneidad para provocar la muerte, pero si el occiso tenía alguna patología previa, pudo haber acelerado el deceso».
Ante esta situación, los médicos determinaron que Aramayo presentaba el corazón aumentado de tamaño y se sospecha que la situación de estrés pudo haber ayudado a desencadenar su cuadro.
Pero para determinar si se trató de una muerte natural, los peritos ordenaron realizar nuevos estudios complementarios histopatológicos y toxicológicos, cuyo resultado demorará algunos días.