El informe sobre el cotejo de las muestras genéticas efectuado por el Centro de Ciencia Forense de la Universidad de Florida, en Estados Unidos, se convirtió en una pieza probatoria clave de la investigación por el crimen de Nora Dalmasso y en el documento periodístico más esperado en relación al homicidio ocurrido el 25 de noviembre de 2006 que conmovió al país.
La traducción completa del análisis, al que accedió TD Digital, revela el hallazgo de linaje Macarrón, el ADN del viudo y patrones genéticos de dos personas hasta hoy desconocidas. Pero, también plantea fuertes reparos sobre el valor probatorio de las conclusiones.
El documento señala que «luego de revisar en detalle los datos y las circunstancias del caso, el que suscribe -Jack Ballantyne- es de la opinión que no sería prudente y podría ser involuntariamente perjudicial para la Justicia extraer conclusiones definitivas sobre los posibles donantes de las muestras biológicas examinadas».
Añade que «la principal razón es la presencia de obvias mezclas de ADN que se encuentran en la evidencia».
«No es posible deducir si los componentes de ADN de dichas mezclas fueron el resultado de depósitos contemporáneos al crimen, si fueron depositadas con anterioridad al crimen, si fueron el resultado de contaminación de la escena del crimen ó si resultaron de actividades posteriores a la recolección», subrayó.
Tras la advertencia de Ballantyne, el documento informa que «se pueden extraer un número de conclusiones tentativas«.
LINAJE MACARRON
En la denonimada prueba Y-STR («Secuencia de ADN cortas repetidas en tándem ubicadas en el cromosoma sexual Y» ) se confirma el hallazgo del linaje de un mismo perfil masculino y advierte que «Facundo Macarrón, Félix Macarrón y Marcelo Eduardo Macarrón no pueden ser excluidos como principal donante del ADN identificado»
«Ninguno de los 26 individuos restantes pudo haber sido donante principal del ADN de estas muestras», sindicó Ballantyne.
El linaje ya había sido descubierto por el Ceprocor y fue obtenido del cinto de la bata con la que el asesino ahorcó a Nora, la vágina de la víctima y el vello púbico externo.
Más adelante, el informe señala que «existe una prueba de STR autonómico – secuencia de ADN cortas repetidas en tandem ubicadas en cromosomas autosonómicos-» en la que «se identificó evidencia de alelos STR autosonómicos masculinos en las muestras mezcladas D1 (vello púbico externo), S3 S5 S9 (cinto de bata ó recortes de la bata) y C5 (sábana de abajo)»
Agrega que «no es posible descartar la posibilidad de que el ADN de Marcelo Macarrón esté presente en estas muestras»
Finalmente ratifica que «no se obtuvo ninguna evidencia de la presencia de ADN del sospechoso en algunas de ellas», lo que desincrimina al pintor imputado en febrero de 2007.
«DOS ADN NUEVOS»
En otro fragmento del informe se señala que «el donante masculino de C9 (ADN encontrado en las sábanas de abajo) no pudo haber sido ninguno de los 29 individuos analizados»
Incorpora, además, que «uno de los donantes masculinos de la muestra mezclada C 10 (sábanas de abajo) es diferente del donante masculino de C9 y diferente del resto de las muestras»
«Ninguno de los 26 individuos restantes pudo haber sido el donante principal de ADN de estas muestras», subrayó el experto norteamericano.
Esto implica el hallazgo de dos ADN completos de hombres no identificados por la investigación, que fueron advertidos tras las pericias sobre muestras en manchas de la sábana inferior de la cama donde mataron a Nora.
Para los investigadores la prueba no sería de alta relevancia porque el ADN de los desconocidos no se vuelve a encontrar en el cinto de la bata ó la zona genital. Ahora, intentarán precisar el origen de la manchas sobre la sábana y si tienen algún tipo de vinculación con el hecho criminal.
Al mismo tiempo, el informe del FBI ratifica que no hubo contaminación de la escena del crimen por parte de las personas -forenses, policías, vecinos, familiares y hasta el fiscal Di Santo- que ingresaron al lugar tras el hallazgo del cuerpo.
Con este contexto, el fiscal de Instrucción Javier Di Santo deberá resolver la situación procesal de los dos imputados, concluir si el resultado genético obliga a interponer una nueva hipótesis y hasta decidir otra imputación, que se convertiría en la cuarta de una causa todavía impune.
Por Pablo Callejón (pjcallejon@yahoo.com.ar)