Eran las dos de la mañana cuando la mamá de un niño de 8 años, comenzó a tener las contracciones que indicaban que en cualquier momento nacería su tercer hijo.
Como le era imposible llegar al hospital en ese estado, el niño ayudó a dar a luz a su hermanito luego de escuchar detenidamente la indicaciones que le dio su abuela por teléfono.
Al momento de llegar la ambulancia al hogar de la familia, la mujer tenía ya a su bebe en brazos y a David custodiándola como si fuera el jefe de la casa.