Finalmente, luego de dos días de debate, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó las sanciones contra el régimen libio. En una resolución marcada por un intenso debate, pidió a la Corte Penal Internacional que investigue al dictador Muammar Kadafi al considerar que la represión contra los manifestantes podría constituir un crimen contra la humanidad.
Además, ordenó el cese inmediato de ventas de armas a Libia y la prohibición de viajes y el congelamiento de haberes de Kadhafi.
La resolución destaca que «los ataques extendidos y sistemáticos que actualmente tienen lugar contra la población civil pueden equivaler a crímenes contra la humanidad». Por eso, según el texto, el Consejo «decide remitir la situación en Libia desde el 15 de febrero de 2011 al fiscal de la Corte Penal Internacional», y pide a Libia «cooperar plenamente» con la CPI, con sede en La Haya.
La medida fue largamente debatida por los Estados miembros, ya que algunos, según fuentes diplomáticas, tenían objeciones, como China, Rusia, Sudáfrica, India, Brasil y Portugal. Es la primera vez que Estados Unidos vota a favor de confiar un caso a la Corte Penal Internacional, instancia de la que no forma parte.
En tanto, la prohibición de viajar y el congelamiento de activos recae sobre el líder libio de 68 años, y siete de sus hijos, así como sobre otros miembros de la familia y funcionarios de defensa e inteligencia implicados en el baño de sangre en el país árabe.
Asimismo, el Consejo pidió a las autoridades libias que actúen «con la mayor moderación», que «garanticen la seguridad de todos los extranjeros» y «el paso seguro de material humanitario y médico», y que «levanten inmediatamente todas las restricciones» a los medios de comunicación.
Fuente: Agencias.