«Me llamaron un día para practicar guitarra y a mi me gustó. Formamos un grupo y empezamos a perfeccionarnos con una profesora que pulió las voces y el trabajo artístico», precisó.
Julio Bustos es un preso riocuartense que logró convertirse en líder de un grupo folclórico capaz de recorrer las cárceles cordobeses con su música.
Formó parte de los talleres culturales con docentes municipales que se dictan en el penal y que permiten el desarrollo cultural de algunos internos.
«Me llamaron un día para practicar guitarra y a mi me gustó. Formamos un grupo y empezamos a perfeccionarnos con una profesora que pulió las voces y el trabajo artístico», precisó.
Inicialmente, las presentaciones eran en la Unidad Penitenciaria Número Seis aunque el grupo evolucionó y llegó a a tocar en el penal de Bouwer, el de máxima seguridad en la Provincia.