La Cámara Federal porteña confirmó el procesamiento con prisión preventiva de un ex marine estadounidense por haber ingresado al país con 128 cápsulas con cocaína en su estómago, descubiertas al ser llevado de urgencia a un hospital tras ser encontrado en su hotel salvajemente golpeado.
La decisión de la sala I del tribunal de apelaciones recayó sobre Sean Michael Barton, un ex marine norteamericano de 29 años que seguirá detenido y procesado de acuerdo a lo resuelto en primera instancia por la juez federal María Servini de Cubría, según la resolución a la que accedió Télam.
Los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Farah evaluaron que «es innegable» que Barton estaba «ubicado dentro de la cadena de comercio» de la droga que transportaba en su estómago y fue extraída mediante intervención quirúrgica al ser detectada por médicos del hospital Argerich.
Según su defensa, Barton sufriría de «amnesia» por lo cual no aportó datos sobre su accionar y tampoco habría podido defenderse correctamente, algo que no fue tenido en cuenta por la Cámara.
«La llegada al país del imputado cinco días antes del hallazgo de la droga» hace suponer que el destino final del cargamento era Buenos Aires, sumado al hecho de que en la habitación del hotel donde fue encontrado muy golpeado el ex marine se halló un frasco de un medicamento laxante, que hace suponer la pretensión de expulsar las cápsulas.
En una resolución aparte, la Cámara rechazó además un planteo de su defensa que pretendía declarar la nulidad de toda la causa en virtud de que el acusado había sido denunciado por médicos del hospital en una situación crítica hacia su vida, en una supuesta violación del secreto profesional.
El tribunal de apelaciones rechazó este argumento y lo diferenció de un fallo de la Corte Suprema de Justicia que sentó jurisprudencia al respecto, conocido como «Baldivieso», al entender que el ciudadano estadounidense fue descubierto al ser asistido por una golpiza y no llegó al centro asistencial pidiendo que le extrajeran el estupefaciente.
En el caso «Baldivieso», la Corte entendió que el imputado había confesado un delito a un médico para salvar su vida, en una situación extrema, porque le había explotado una cápsula con cocaína en el estómago.
Barton llegó al país en noviembre pasado y cinco días después fue hallado muy golpeado y ensangrentado sobre la cama de su habitación por empleados del hotel «Cambremon», en Suipacha al 100, donde se había alojado y tenía previsto ese día hacer el «check out».
En la pesquisa y debido a que no aportó datos, aún no se estableció quiénes ni dónde le propinaron la golpiza pero, al ser llevado de urgencia al Argerich, los médicos detectaron la presencia de las cápsulas con cocaína líquida en el estómago y se las extrajeron el 30 de noviembre pasado.
El ex marine no pudo demostrar alguna «actividad laboral estable» y se comprobó que en los últimos años viajó en varias oportunidades a Uruguay, Colombia, Argentina y su país natal, Estados Unidos.
El ex marine tenía pasaje de salida del país para el 1 de marzo próximo y en su declaración indagatoria afirmó haber sido marine en su país para luego dedicarse a la seguridad privada.