Río de Janeiro declaró el estado de calamidad pública en 7 municipios. Anunciaron la edificación de 3.000 viviendas.
El gobierno de Río de Janeiro declaró el estado de calamidad pública en siete municipios de esta región brasileña y anunció la edificación de 3.000 viviendas, en sus primeros pasos para reconstruir las ciudades afectadas por las lluvias de esta semana que dejaron al menos 626 muertos.
El estado de calamidad por un período de 180 días fue decretado hoy por el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, con el fin de facilitar la contratación de las empresas que reconstruirán viviendas e infraestructuras destruidas y la adquisición de los materiales necesarios, informó hoy la gobernación.
La medida se extiende a Nueva Friburgo, Teresópolis, Petrópolis, Bom Jardim, Sao José do Vale do Río Preto, Sumidouro y Areal, las ciudades más afectadas por las inundaciones y los deslizamientos de tierras que sepultaron cientos de viviendas construidas en las faldas de las montañas.
Además de casas, las lluvias destruyeron carreteras, puentes, calles, plazas, redes de energía y de telefonía y edificaciones públicas, y provocaron millonarios daños materiales.
El decreto facilitará los trabajos de reconstrucción ya que permite que los gobiernos regional y municipales contraten empresas, obras y trabajadores y adquieran material sin necesidad de abrir licitaciones públicas y saltándose otras trabas burocráticas.
Viviendas. Cabral también anunció hoy que el gobierno regional cederá terrenos en los que puedan ser construidas 3.000 viviendas para parte de las cerca de 6.050 familias que perdieron sus casas y otras que tendrán que ser reubicadas por residir en áreas de riesgo.
El gobernador dijo igualmente que negociará con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, la posibilidad de que el programa nacional «Mi casa, mi vida», que ofrecer incentivos a la construcción de viviendas populares, conceda prioridad a las familias que perdieron sus casas por las lluvias en Río de Janeiro.
El gobierno regional comenzó a dar los primeros pasos para la reconstrucción en momentos en que los equipos de rescate prosiguen sus trabajos, principalmente en las áreas que estaban aisladas y cubiertas de toneladas de tierra, piedras y barro que deslizaron de las montañas.
Según el último boletín de la Defensa Civil, las lluvias y, principalmente, los deslizamientos de la madrugada del miércoles provocaron 626 muertes: 283 en la ciudad de Nueva Friburgo, 268 en Teresópolis, 56 en Petrópolis y 19 en Sumidouro.
El mismo boletín indica que, además de las 6.050 personas que perdieron sus viviendas, otras 7.780 tuvieron que abandonarlas temporalmente y refugiarse en gimnasios y escuelas públicas debido a que están ubicadas en áreas de riesgo.
El gobierno regional aún no calculó el costo que tendrá la reconstrucción, ya que, según Cabral, «es difícil hablar en números, pero son muchas centenas de millones de reales».
El alcalde de Teresópolis, Jorge Mario, dijo en una entrevista el viernes, cuando aún se desconocía la dimensión de la tragedia en las áreas más aisladas, que esa ciudad necesitaría al menos 500 millones de reales (unos 294 millones de dólares) para recuperarse.
Rousseff, que sobrevoló el jueves las áreas más afectadas, se comprometió entonces a liberar lo más rápido posible los recursos necesarios para atender a los damnificados y reconstruir las ciudades.
La presidenta anunció inicialmente el envío de 780 millones de reales (unos 461,5 millones de dólares) para atender la emergencia.
Igualmente planeando ya la reconstrucción, los alcaldes de Teresópolis, Petrópolis y Nueva Friburgo anunciaron para mañana una reunión en la que negociarán la creación de un consorcio común con poderes para buscar recursos y ejecutar obras.
«Pretendemos trabajar de forma coordinada tanto en la búsqueda de recursos como en la ejecución de los proyectos destinados a la recuperación de los municipios», según el alcalde de Teresópolis.
Las primeras obras, sin embargo, serán emprendidas por el Ejército, que hoy anunció la reconstrucción de al menos cinco puentes destruidos por las lluvias en Nueva Friburgo.
Además del rescate en las áreas aisladas, las autoridades también concentraron sus esfuerzos hoy en restablecer todos los servicios públicos debido a que numerosas áreas continuaban sin suministro de energía eléctrica, agua y telefonía.
El Papa pidió fuerza. Por otro lado, el papa Benedicto XVI pidió hoy fuerza para todas aquellas personas que han tenido que abandonar sus casas por las graves inundaciones que han azotado algunas zonas de Australia, Brasil, Filipinas y Sri Lanka.
Fuente La Voz del Interior.