Lo que se vivió durante el año, en el sector de la carne, responde básicamente al habitual ciclo ganadero, el cual se inició como consecuencia de la disminución del stock de ganado para faena.
Lo que provocó el aumento de los precios, y a partir de este factor se impulsó la retención de animales en los campos, por parte de los productores, para “echar kilos” y obtener precios aún mayores.
En términos de números, el Índice Novillo del Mercado de Liniers osciló entre $3,769 allá por el mes de enero, y $8,54 a principios de noviembre. En cuanto a la producción de carne, en mayo se faenaron aproximadamente 930 mil vacunos, lo que implica la menor faena de 2010 y de los últimos 12 años, para igual mes.
Durante el año se calcula que los precios de la carne se incrementaron en un 43%, y el consumo per cápita tuvo su valor más bajo durante el mes de julio, momento en que alcanzó sólo los 52 kg/habitante siendo que para el año anterior este valor alcanzaba los 71 kg/habitante. El consumo se vio disminuido por el aumento de precios, pero en una menor proporción, dada la inelasticidad de la demanda de carne vacuna, que se corresponde con los hábitos alimenticios de los argentinos, que no se sienten satisfechos si en el plato no hay carne. Pero el actual nivel de precios ya está tocando un techo, que va a ser difícil de perforar, siempre hablando en términos reales. Las reducciones adicionales de la oferta tienen un efecto cada vez menor sobre el precio del ganado, por el hecho de que el consumidor ya no estaría dispuesto a seguir convalidando aumentos en los precios. Pero también es cierto que en términos nominales estos precios se incrementarán por el efecto inflacionario que hoy ronda entre el 25-30%.
A principios de diciembre se han firmado una serie de acuerdos comerciales, tanto con China como con Arabia Saudita, que involucran la exportación de productos agropecuarios producidos en nuestro país. Entre los principales rubros acordados se encuentran los de carne vacuna, lácteos y cebada cervecera. El acuerdo más importante fue el concretado con China, en donde se pretende colocar cortes vacunos de alto valor, demandados por hoteles y el sector gastronómico de alto nivel, llamados también cortes premium -además de menudencias y otros productos procesados-. El negocio tiene gran potencial ya que China cuenta con una población de 70 millones de personas con un alto poder adquisitivo, lo que significaría un mercado dos veces más grande que la población argentina. Es por la magnitud de este nuevo mercado que se considera una gran oportunidad para el país y especialmente para el sector ganadero y la industria.
Finalmente, teniendo conocimiento de todo lo anterior se plantea el interrogante, ¿Cómo hará la Argentina para abastecer estos posibles nuevos mercados con el faltante de vacunos que presenta el sector hoy?
“ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE FUNDACIÓN EGE CON LA COLABORACIÓN DE Agustina Izurieta – MIEMBRO DE FUNDACIÓN EGE – info@fundacionege.org”