«La Justicia Federal llegó a las mismas conclusiones que nosotros y esto es una ratificación a lo que se hizo. No estábamos equivocados», afirmó el fiscal de Cámara Jorge Medina en diálogo con TD Digital, luego de conocer el informe del juez Carlos Ochoa a partir de la tarea de agentes encubiertos de la Policía Federal.
Medina resaltó que «los policías valoraron el testimonio de personas cercanas a los Vargas y alcanzaron hipótesis que ratifican el trabajo que llevamos adelante junto al fiscal Julio Rivero».
«Si dos órganismos diferentes, sin relación entre sí en el proceso de investigación, llegan a las mismas conclusiones es muy importante», opinó el fiscal de Cámara.
10 agentes encubiertos se infiltraron en el entorno de los Vargas para investigar lo ocurrido y determinaron que Nicolás fue utilizado como delivery para la venta de drogas. Además, señalaron que los sospechosos lo habrían ultimado por una presunta deuda.
La preocupación de los investigadores es cómo trasladar el caudal probatorio testimonial del informe del Juzgado Federal a la causa en los Tribunales provinciales. Los agentes policiales, por su carácter de «encubiertos», no pueden dar su aporte directo en la pesquisa.
Creen que el dictamen del juez Ochoa ratifica que el círculo próximo a los Vargas sabe más de lo que dice y necesitan quebrar el círculo de silencio.
Sin embargo, se ratifica la presunción de que Nicolás estaría muerto, que hicieron desaparecer su cuerpo y que los Vargas siguen siendo los principales sospechosos.
Ahora, los fiscales avanzarían en la profundización de testimoniales, fundamentalmente entre los remiseros que trasladaban a Nicolás. No será fácil recuperar el tiempo perdido en los primeros años de investigación.